Desde ese sector se reclama que esa limitación no colabora con el repunte de la activdad, que en la última semana trabajó con un 30 por ciento de facturación y ocupación de espacios
Carlos Mellano, presidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Afines de Rosario, resumió el clamor de los trabajadores del rubro: “Fue muy bueno abrir las puertas tras casi un mes de inactividad, Entre el lunes y el miércoles, tuvimos algún nivel importante de clientela. Pero la obligación de cerrar a las 20 horas y que la gente no pueda desplazarse en sus autos sino en taxis, remises o transporte público nos complica”.
Recordando que la facultad de revisar la cuestión planteada de la provincia, Mellano detalló: “queremos que la gente se pueda trasladar, con reserva previa, y permanecer más allá de la hora 20, para tener un flujo mayor” de consumidores, de los cuales se pierde la afluencia más importante para el sector, que es la que se presenta en el rango horario que va de 20 a 24 horas.
El referente de los empresarios gastronómicos entregó números de la facturación y la ocupación de locales durante esta semana: “estuvo en el orden del 30 ó 35 por ciento. El tope del 30 por ciento en el interior (de locales), que antes era de 50 por ciento, se compensa en parte con la ocupación afuera (quienes tengan chance de poner mesas afuera). El decretó municipal con alternativas para ocupar veredas, estacionamientos, canteros, sirve pero todo está atado al clima” que impere.
Mellano concluyó con una mirada algo escéptica de cara al futuro: “Hay un nicho de mercado compuesto por la gente de más de 60 años, que es considerada de riesgo, que no sale de us casa y eso influye en la demanda. En resumen, vamos a convivir con una cantidad de cuestiones que generan incertidumbre: los casos de contagio y el índice de pobreza aumentan y nos preocupan, porque hay una baja natural del poder adquisitivo; se ve la estructura económica resquebrajada. Atravesaremos la pandemia hasta no sé cuándo y el final es incierto”.