Hay una guardia no inaugurada con 16 camas generales y 4 de terapia intensiva. Si el sistema colapsa recurrirán a este espacio. La falta de médicos y enfermeros es un déficit que evalúan cómo resolver.
El sistema de salud de Rosario (municipal, provincial y privado) está al límite de sus capacidades. La postal de personas deambulando horas en una ambulancia hasta que encuentran una cama se repite cada día. Los médicos advierten que están trabajando sin descanso. Las autoridades de todos los niveles reconocen que la situación es preocupante. En este marco, los planes de contingencia, aún los que se pensaron para una situación extrema y muchos creyeron que no se iban a llegar a usar se están poniendo sobre la mesa para que nadie se quede sin atención en la ciudad.
Es por eso que utilizar sectores de hospitales y sanatorios pediátricos, que están con muy poca ocupación, es un recurso a tener en cuenta. Allí pueden derivarse pacientes con coronavirus adultos, que no puedan ser recibidos en las instituciones tradicionales, si el temido colapso se produce.
El Hospital de Niños Zona Norte, por ejemplo, tiene una guardia no inaugurada, con 16 camas, 4 de terapia intensiva, prácticamente lista para ser usada. No están colocados los aparatos de monitoreo ni los de ventilación mecánica, pero los elementos existen. El mayor problema reside en contar con los recursos humanos que permitan, eventualmente, abrir ese lugar.
Aunque no se están pensando en habilitarlo ya, en Salud de la provincia (el Hospital de Niños Zona Norte es provincial) tienen en cuenta el espacio.
En cuanto a las posibilidades de que se utilice el Hospital de Niños Víctor J. Vilela, fuente del área sanitaria de la Municipalidad señalaron que no es una opción a considerar en estos días, pero por supuesto, no descartan nada a la luz de la suba estrepitosa de los contagios.
En el sector privado hay al menos tres sanatorios que ya están usando parte de las áreas pediátricas para internar adultos. Por supuesto esto se hace tomando los recaudos para evitar contagios y contactos entre una población (los niños) y la otra (los adultos). Contar con médicos, enfermeros, camilleros, personal de salud en general, que pueda atender a estas personas, es el mayor desafío para las administraciones tanto públicas como privadas.
Este miércoles, cuando se conoció que Rosario registró en un solo día 1.041 contagios de coronavirus las alarmas, que ya estaban encendidas, sonaron fuerte. Si bien estaba en las previsiones de acuerdo a los números de las últimas semanas, la preocupación se instaló como nunca. El 92% de las camas críticas en el sector público están ocupadas, y las camas generales están al 95%.
La altísima tasa de positividad, tanto la que se detecta en los laboratorios públicos como privados, provenientes de los barrios y de los testeos en el centro de la ciudad, no permite que nadie se relaje en el sector de la salud rosarina.
La opción de los hospitales pediátricos para que se transformen, al menos en parte, en hospitales Covid no se descarta. El aislamiento, primero, y las restricciones de movilidad que aún rigen, entre ellas la no concurrencia de los chicos a las escuelas y clubes, provocó que las enfermedades invernales típicas en los niños estén en niveles bajísimos y las instituciones que los reciben habitualmente estén con muy pocos pacientes.
Fuente Diario La Capital