Zully Sweck es mosaiquista y hace vitraux, vive en Achiras (Córdoba) en el límite de la provincia de San Luis.
Sergio Rinaldi y Gachy Santone intercambiaron impresiones con esta artista, que vive rodeada, en estos días, por el fuego, el humo y el horror.
En principio, Zully cuenta que se encuentra a solo nueve kilómetros de la provincia de San Luis. “Donde justamente acá se manifiestan los cortes, se manifiestan un montón de cosas que nos están impidiendo, por ejemplo, pasar con el equipo de bomberos.”
Ella especifica que el fuego que llega a su zona es la heredera del foco más grande iniciado en San Luis, en cercanías de la localidad de Papagayos (camino a Merlo, desde Achiras) y subraya: “Todos (los focos) son intencionales.”
“Hacia el sur arrasó con todo, hay una granja avícola muy grande, Globo Aves, incinerada con todos los animalitos adentro. Una criminalidad terrible. En los campos, hoy un amigo me pasó fotos de lo que es la zona de Villa del Carmen, todo lo que es vacunos, equinos, ovejas, todos quemados, amontonados, porque hay animales que no pueden disparar del fuego… es tan grande.”
A raíz de que los bomberos no pudieron pasar a San Luis, para ayudar a frenar el avance del fuego, porque el gobernador no dejó pasar a nadie. “El fuego fue avanzando sin freno, con muchos vientos.” Muchos lugares fueron arrasados por la quema, como Las Albahacas y Alpa Corral. “Nosotros estamos como salvaditos todavía, porque es la población un poquito más alejada.”
“Yo estoy ahora mirando por una ventana en mi casa, y tenemos todo el panorama rojo, con humo, con el sol que ya casi no se ve.”
La falta de lluvias profundiza la gravedad de la situación.
En lo que respecta a la intencionalidad del fuego, Zully dice: Hay muchos productores agropecuarios que necesitan ya ir a trabajar a los campos de San Luis, porque acá hay gente que vive en Achiras y que trabaja campos en San Luis.” Entonces, como San Luis tiene todos los accesos cortados, y como ya se viene la época de la siembra, los productores cortaron todos los suministros a San Luis. Y a un productor que había sido entrevistado a la mañana, por la tarde, le quemaron el campo. Identificaron camionetas. “Vinieron vehículos infiltrados de San Luis y directamente incendiaron.”
Ella no vio a los aviones hidrantes, solo a los bomberos trabajando por tierra, “que conocen muy bien la zona de montaña.” Incluso tuvo un incendio muy cerca de su casa y fueron los bomberos los que se encargaron hasta las dos de mañana. Y manifestaba que lo bueno era que hoy no había viento. “Si el fuego avanza, avanza muy tranquilo.”
A medida que avanza su relato, su voz se entrecorta, se llena de angustia, se vuelve ronca por las lágrimas que suponemos logra retener. “A mí me parece que hay un criterio acá fuera de lugar, que no tiene sentido común.”
“Un bombero que va a ir a trabajar con todo su equipo al medio de la montaña, no va a una fiesta. Hay entre 10 y 12 dotaciones de bomberos están todos parados… El gobernador no los autoriza a pasar.”
“Eso enoja a la gente, eso produce una angustia tremenda.”
En el momento en que se realizaba esta nota, llegaban los aviones hidrantes a la zona de Achiras. Zully Sweck se comunicó para avisar que ahora sí habían podido llegar, porque no había viento.