Sebastián Chale dijo que el municipio revisará los protocolos y habrá un decreto reglamentario con algún nivel de detalles mayor al que existía.
Tras la polémica que se generó en los últimos días por la realización de una fiesta en el salón de fiestas Posta 36 durante el fin de semana largo, con asistencia de unas 200 personas, la Municipalidad suspendió las habilitaciones que permiten que los salones funcionen como bares. La medida es por 10 días, por lo que quedarían sin efecto las reservas que haya para este fin de semana.
En diálogo con LT8, Sebastián Chale, secretario de desarrollo económico y empleo, aclaró que “es una suspensión provisoria y tiene que ver con una adecuación normativa, porque conocimos el lunes un decreto nacional, había un decreto provincial vigente y nosotros teníamos esta autorización para este funcionamiento especial desde el 22 de Julio; cambiaron muchas condiciones en el medio y era necesario hacerlo, mas allá de lo que se habló alrededor del tema”
Chale dijo que “nos parece importante darle una mano a los salones de fiesta, pero claramente no todos los salones son iguales; y la primera demostración empírica del funcionamiento de uno de ellos nos demostró algunas cuestiones que hay que atender, como la capacidad, la estructura, la forma de comercialización de tickets, que obviamente los distingue de un bar o restaurante”
“Hoy vamos a tener varias reuniones de trabajo y estaremos toda la semana ajustando protocolos y adecuación normativa para estar en línea”, adelantó el funcionario municipal.
El funcionamiento de los que obtuvieron el permiso es dispar. “No todos son salones que trabajan de noche; algunos tienen oferta diurna o se adaptaron hasta con la modalidad de viandas; y no todos tienen espacio al aire libre; al mismo tiempo, hay una demanda de los salones para ofrecer algo distinto que convoque”.
“Queremos que todo sea claro, para ellos también, y tomar el mayor resguardo”, enfatizó Sebastián Chale. ”Creemos que una oferta segura, diversificada, que genera recursos en gente que la viene pasando mal, también es un paliativo”, apuntó el funcionario, aludiendo a la “preocupación de varios presidentes comunales de la zona, que plantearon lo que ocurre en quintas y casas de fin de semana con fiestas clandestinas, algunas con muchos asistentes; eso nos preocupa mucho porque termina repercutiendo en los centros de salud de Rosario”.