Alejandro Pastore, integrante de la cámara y referente del Paseo Pellegrini, indicó que hubo mucha más actividad que en los días anteriores. También se manifestó en contra de la posibilidad del dictado de más restricciones, como se rumorea
El Día de la Madre era un día muy esperado por los trabajadores de la gastronomía, porque en él estaban puestas las esperanzas de obtener una recaudación que obrara como paliativo a la situación crítica que atraviesan, dado que la celebración iempre fue una fecha “fuerte” para la actividad.
Alejandro Pastore, del Paseo Pellegrini, reconoció que la jornada resultó mejor que las precedentes, con mucho más movimiento, aunque no dejó de señalar que se está “muy lejos de lo que el sector necesita porque no conseguimos el nivel mínimo de público como para hacer sostenible el mantenimiento de negocios. Fue un aliciente, un oasis, y el contexto hace que haya sido interesante y positiva”.
Sumando las mesas instaladas en las veredas y en el interior, hubo locales que tuvieron ocupación plena, aunque es un concepto relativo, toda vez que dentro de los negocios no se puede superar el 30 por ciento de la capacidad total del recinto y que las mesas no pueden albergar más que cuatro comensales y con no menos de un metro y medio de separación entre las mismas. “En algunas parrillas y algunos restaurantes tradicionales sí hubo ocupación plena; en otros lugares, dependió de si en el espacio exterior había sombra o no”, resumió Pastore.
“Es difícil hacer una comparación, pero estimo que ayer trabajamos a un 50 por ciento de lo que lo hicimos durante el Día de la Madre del año pasado”, consideró:
La posibilidad de que vuelvan a establecerse más restricciones por la saturación del sistema de salud, Alejandro insistió en que los locales gastronómicos son “parte de la solución. Ayer hubo infinidad de encuentros en espacios privados, donde no se respetan protocolos y se relajan los cuidados. Si retrocedemos en la gastronomia sería un grave error, porque necesitmos sostener esta actividad que da sustento a miles de familias y que realiza una importante contribución social porque se respetan protocolos”.
La sugerencia del municipio rosarino, para los comercios de referencia, de empezar a trabajar con acondicionamiento de aire pero con puertas abiertas para asegurar la ventilación de ambientes contemplada en las medidas vigentes supondrá un impacto en las facturas de luz muy notorio. “Pedimos un punto de equilibrio al que desde ya nos cuesta mucho llegar, estableciendo cuánto se ventila y cuánto se refrigera”.
“Hay que tener en cuenta la realización de actividades habilitadas, con mayores protocolos, y sostener la actividad comercial. Hay que convivir con el virus hasta solución definitiva con actividades bajo protocolo”, concluyó el referente de Paseo Pellegrini.