En esa organización sostienen que las guarderías y los propietarios de embarcaciones respetaron los protocolos durante el fin de semana, no así la gran mayoría de quienes se acercaron a Rambla Catalunya
Ayer, tras el panorama casi caótico observado en la zona de la Rambla y generado por la aglomeración de gente – despreciando toda medida de resguardo sanitario – llevó a que el gobierno provincial deslizara que podría revocar algunas medidas de habilitación otorgadas a la actividad náutica.
Jorge Pinilla, de la Cámara Náutica de Rosario, manifestó de acuerdo con el clamor crítico que se elevó desde muchos sectores: “Lo que se vio el fin de semana fue como un insulto a quienes hacen tanto sacrificio (trabajando por la salud). Me parece que hace falta más control en la ciudad. No entiendo la actitud de esa gente, habiendo tantos otros que trabajaron tan duro para que ellos pudieran ir a las islas”.
De cara a lo inmediato, Pinilla dijo estar abocado “a solucionar los inconvenientes, para que no se repitan. Las embarcaciones y las guarderías cumplieron con los protocolos. El problema, el sábado, se desató en la zona sur, donde hubo mucha gente que se juntó, puso música, armó baile, etc”.
“Por otra parte”, agregó Pinilla, “las lanchas-taxis respetaron el protocolo que determina que pueden completar sólo la mitad de su capacidad; por eso, se demoró el traslado y esto contribuyó a la aglomeración. Entonces, hoy pedimos abrir más lugares, como la Estación Fluvial, que está cerrada porque hay en construcción un muelle nuevo en el Banquito San Andrés, y algunos clubes”.
La posibilidad de que Provincia reinstale restricciones para la náutica es vista con temor: “el río está bajo, a tal punto, que este fin de semana el 40 por ciento de las guarderías no abrieron. Si no se navega, tampoco se consumen nuestros servicios. Somos 1500 familias las que vivimos de esta actividad. Trabajamos ‘bien’ sólo tres meses en el año y ya perdimos uno”.