Lo anunció a través de Boletín Oficial. El objetivo es, entre otros, terminar con la ‘avivada’ de las grandes industrias del ramo y recuperar algunos mercados, como los de Uruguay y Chile
A través de una resolución publicada en su Boletín Oficial, el Gobierno de la Nación regulará la cantidad de palo y de polvo en los paquetes de yerba producidos en nuestro país.
Julio Peterson, de la Asociación Civil Yerbateros del Norte, de Misiones, celebró esta medida y la calificó cmo “histórica”: “Era anhelada desde hace mucho tiempo por los productores, las cooperativas y las pequeñas industrias, ya que gracias a la ‘avivada criolla’ se perdió el mercado de Uruguay y parte de mercado de Chile”.
Con respecto a las implicancias de la regulación oficializada, Peterson explicó que “el Gobierno, a través del Instituto Nacional de la Yerba Mate, puede agarrar un paquete fabricado en Argentina, abrirlo y controlarlo. Esta semana se reglamentará qué porcentaje de cada uno (polvo y palo) podrá haber en un paquete, que podrá ser decomisado y su productor, multado en un valor de tres veces la cantidad de yerba decomisada”.
El productor misionero no quiso entregar una estimación de las cantidades de cada sustancia que debería haber, como máximo, en cada paquete. Sí dio precisiones sobre precios de producción y números de venta, sorprendiendo con los valores de consumo de yerba argentina que se registran en lares tan distantes como Siria y Turquía: “en menos de tres años, esos países pasaron de consumir, anualmente, 800 gramos por cabeza a más de 4 kilos”, mientras que el argentino consume “6,28 kilos por persona y por año”.
“Éste es un año atípico por el faltante de hoja verde (materia prima indispensable) a causa de la sequía, las heladas y la falta de fertilización. Así, cayó la producción en un 30 por ciento y se elevó muchísimo su precio, ya que la regulación establece que el precio del kilo de hoja verde debe ser de 20 pesos y se llegó a pagar 35 pesos”, señaló el productor, quien se permitió decir que pese al aumento incesante en el comercio, el paquete de yerba es, proporcionalmente, “lo más barato que hay comparado con las gaseosas y muchos otros artículos”,
A la hora de adjudicar responsabilidades por la existencia de cantidades indebidas de polvo y palo en los paquetes, Peterson no dudó: “Es la industria del molino. Los productores entregamos la materia lo más fina posible, aunque siempre queda un residuo de palo, pero que debería desecharse y no, molirlo y transformarlo en polvo como hacen estas industrias”.