El proyecto se basa en que el 65 por ciento de los accidentes viales son protagonizados por motociclistas y apunta, primordialmente, a los trabajadores de delivery
Existe un registro en Rosario que indica que el 65 por ciento de los accidentados de tránsito que llegan al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). A partir de ese valor, algunas ONGs piden crear carriles seguros para los motociclistas en la ciudad.
Catriel Sosa, delegado de los trabajadores de delivery de la empresa PedidosYa recibió esta posibilidad “de la mejor manera, para tratar de que ese 65 por ciento empiece a bajar. Falta un diseño urbanístico para los motos. Queremos corredores seguros – lo que dependerá del estado municipal -, similares a las bicisendas, pero también una formación en seguridad vial, lo que le corresponde a la empresa. En nuestra actividad, a inicios de la pandemia tuvimos un compañero embestido por un micro en calle Francia, y ahora, casi todos los días tenemos compañeros accidentados, circulando en moto y en bicicleta”.
“Además del crecimiento del delivery hubo crecimiento de la venta de motos. Hay dos mil cadetes en nuestra empresa sólo en Rosario, la mayoría trabajando en motos, de los cuales sólo 50 estamos en relación de dependencia y se nos paga por horas. Los demás son monotrobutistas y cobran por producción; o sea, por pedido entregado”, explicó el delegado. Ese sistema “obliga a correr porque cuanto más pedidos se entregan, mejor es la paga. Además, está todo medido para que uno trabaje ‘al palo'”.
Catriel explicó que existe un sistema de ranking entre los empleados, donde quienes están en las posiciones más encumbradas suelen contar con favoritismos de parte de encargados y pueden elegir los turnos de trabajo que más les convenga, dejando a los que se ubican en las posiciones más bajas relegados a trabajar cuando se pueda, con el desgaste mental que eso implica. Así las cosas, la cantidad de pedidos que se pueden entregar en una hora, “puede ser de 4 por hora, trabajando al límite y teniendo suerte de que los locales no se demoren en los pedidos, con un recorrido promedio de entre 2 y 4 km”.
“La preocupación por eso y la exigencia de la empresa obligan a trabajar al límite y eso hace perder el cuidado al circular”, sentenció Sosa.