Fue el 22 de junio de 1986, frente a Inglaterra, por los cuartos cuartos de final de la Copa Mundo de México 86. En solo cuatro minutos, el mejor jugador del mundo marcó nada menos que el recordado como “el gol del siglo” y también el gol con la “mano de Dios”.
La primera de esas dos obras de arte tuvo, según el propio Maradona, una suerte de intervención divina: fue “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, dijo tras el partido.
El segundo, inmortalizado como “el gol del siglo”, selló la victoria frente a la selección inglesa.
Diego Armando Maradona, una de las personalidades argentinas más influyentes de la historia, falleció a los 60 años a raíz de una descompensación cardíaca, lo que provocó una profunda conmoción mundial.
El astro permanecía con asistencia médica en una casa de Nordelta, en la zona norte del conurbano bonaerense, y sufrió un paro cardíaco del que intentaron reanimarlo sin éxito, confirmaron a Télam fuentes de su entorno.
Diego estaba alojado en ese lugar desde el pasado miércoles 11, después de someterse a una operación por un hematoma subdural en su cabeza en la Clínica Olivos, nueve días antes.
La familia y los médicos del Diez habían decidido su traslado momentáneo a esa casa hasta definir las características de un tratamiento para rehabilitarlo de su adicción al alcohol y su dependencia a los fármacos.
Fuente Agencia Télam