El antropólogo y docente Juan Pablo Semán analizó en “Trascendental” la muerte de Maradona y la multiplicidad de significados que tiene el último adiós a Diego para los argentinos.
“Hay algo de la figura de Maradona que activa la admiración y el cariño de la gente, mas allá de los argentinos, es un ídolo mundial. Nos hizo creer que podíamos ser mejores. Lloramos la pérdida de nuestro mejor retrato. Es una figura conmovedora en sí misma”, sostuvo el doctor en Antropología y docente de la Universidad de San Martín, Juan Pablo Semán.
Al tiempo que señaló “Diego se ganó el corazón de generaciones de jugadores que llevan su nombre, le pidieron firmas para su camiseta, se enorgullecieron de haber perdido jugando contra él. La muerte de Maradona fue la oportunidad para el llanto y el amor de los hombres que no lloramos ni amamos a otros hombres. ¿Nos lloramos a nosotros? Sí. A condición de entender que nos lloramos en el espejo de un país tan roto, vaciado y enfrentado que reconocerse bueno necesitaba del manto de paz que nos ofreció a todos. Eso lloramos: la muerte de todo lo buenos y mejores que pudimos ser”.
El antropólogo Semán explicó que “El juego es una actividad humana, el deporte es una actividad emocionante, en Maradona había magia, destreza física, hacía cosas que nadie podía hacer. Maradona resolvía algo en el juego mismo de una complejidad que nadie podía resolver. Diego fue nuestro héroe en tiempo real. Vivimos el tiempo de sus hazañas y él las narró con su propia voz, siempre más iluminada que los relatos que intentaron hacerla propia”.
“Ayer por suerte no hubo tanto lío, sí se registraron incidentes, pero para los niveles de conflictos sociales a los que estamos acostumbrados los argentinos, no existió tanto problema en el velatorio de Diego Maradona”, concluyó Semán.