El sector gastronómico pide flexibilizar el número de comensales por mesa y el horario. Advierten que pierden reservas porque las familias no quieren sentarse separadas. Buscan además, aprovechar las fiestas. “Se está poniendo cuesta arriba”, dice Alejandro Pastore.
En diálogo con LT8, el dirigente de la Asociación Hotelera y Gastronómica de la ciudad de Rosario, aclaró que, mas que pedir flexibilidad, pretenden acompañar al resto de los procesos que se están dando en otras actividades comerciales. “Nos da la sensación que quedamos atrás”, evaluó, poniendo el ejemplo de los deportes de contacto, como el futbol. “Es absurdo que 10 personas puedan correr en una cancha pero a la hora de tomar una gaseosa deban sentarse en 3 mesas separadas, porque el tope sigue siendo de 4 comensales”, dijo.
Asimismo, apuntó que se está complicando mucho la posibilidad de tomar reservas para las fiestas; porque las familias no quieren sentarse separadas en diferentes mesas para festejar algo tan sensible como la navidad. “Estas reservas no se están pudiendo concretar; y lo mismo ocurre con las despedidas, que por lo general son un poco mas numerosas que los límites que nos imponen”.
Y si bien la temporada estival mejora los números, porque la gente sale y permanece en espacios abiertos, Pastore dijo que están preocupados por la finalización en Enero del programa de los ATP. “Toda la mejora de noviembre y diciembre deberá volcarse al pasivo que se contrajo durante los meses de cierre”, explicó. Así, “este pequeño respiro que nos están dando estos meses, por la dinámica del consumo, se aplica totalmente a cubrir deudas; por lo que el panorama para los meses de verano se presentan difíciles”, concluyó el dirigente gastronómico.