Los kayakistas piden límites de velocidad y sanciones a las embarcaciones que violan los reglamentos. Denuncian falta de control.
Límites de velocidad y carriles exclusivos para embarcaciones a motor pero, sobre todo, mayores controles en las habilitaciones para conducir y sanciones para el consumo de alcohol. Esas son algunas de las alternativas que grupos de kayakistas demandan para prevenir el crecimiento de los siniestros en el Paraná.
Por este tema dialogó Jorge Pinilla, referente de la Cámara Náutica de Rosario, con “El primero de la mañana” y manifestó lo siguiente “Desgraciadamente no hay reuniones sobre este tema, hace dos o tres años teníamos antes de la temporada reuniones con prefectura y los representantes de cada sector pero hace un tiempo que ya no, este año tenemos un problema que hay poca agua, el río se achica y las embarcaciones son cada vez más. Yo siempre pensé que hay un lugar donde hay más tráfico de Kayak que hay que reglamentarlo para que las embarcaciones vayan a una velocidad mínima, no es ningún invento mío si no que existe en todas partes del mundo, hay zonas de baja velocidad, tanto en otros ríos como en este, por animales en extinción que hay que cuidar o peligro por mucho tráfico como ocurre acá”.
Según advierten, los relatos de accidentes son cada vez más frecuentes y la situación podría empeorar este verano, con más gente navegando en el río, producto de las restricciones de la pandemia o las dificultades para viajar, y en medio de la bajante extraordinaria que provoca una limitación en los espacios para circular.
“Hay pocas cosas reguladas, con los Kayak en una oportunidad habíamos establecido lugares donde los kayak podían cruzar, eran tres o cuatro lugares y dos de ellos estaban situados en la parte de mayor cantidad de guarderías de Kayak que sería la parte de La Florida y Rambla Catalunya. Realmente son los que más pierden porque son las embarcaciones más pequeñas, ellos no producen accidentes, se los producen a ellos pero tienen que ser conscientes que están en peligro y respetar normas”.
El correcto accionar de las lanchas habilitadas para trasladar pasajeros de la costa rosarina a las islas fue otro aspecto al que se refirió Pinilla, como así también destacó el funcionamiento de otras embarcaciones no habilitadas que realizan el mismo procedimiento.
“La responsabilidad no la puedo decir yo, pero las lanchas colectivo habilitadas, yo soy testigo que respetan los protocolos que se les han impuesto y con la mitad de la capacidad, lo que si sé es que hay embarcaciones como canoas que cruzan gente sin ninguna medida de seguridad. Hablé con gente de paradores y dicen que llegan las canoas y le sacan gente y ellos no pueden echar a la gente de la isla, habría que ver en la parte que pertenece a la provincia de Santa Fe protocolizar todo y Entre Ríos tendrá su problema, tendrían también que hacer algo así”.