Una encuesta sobre más de 700 casos elaborada por el Instituto de Estudios del Transporte de la UNR analizó los cambios de la movilidad en pandemia en Rosario en comparación con la prepandemia.
La mayoría de los rosarinos dejó de usar el colectivo y volvería solo si se desinfecta más y mejora la frecuencia. Hoy, los medios de traslado más activos son la caminata y la bicicleta. La primera subió un 42 por ciento entre quienes van a trabajar y el uso de la bicicleta subió un 25 por ciento promedio en todas las actividades que motivan su uso.
El auto particular también manifestó un incremento, llegando a valores por encima de los números previos a marzo.
En diálogo con LT8, Mónica Alvarado, secretaria académica de Ingeniería Civil, se refirió a este “giro hacia modos mas sostenibles” y apuntó que “el que mas se vio afectado es el transporte público”
“Se incrementó mucho la caminata y la bicicleta; y seguirán manteniéndose; hay que trabajar para aumentar el uso del transporte público, muy impactado por la pandemia”, dijo Alvarado.
Para la profesional, el “home office” y la falta del dictado de clases fueron factores importantes en la baja del uso del transporte público. Pero también el miedo a las condiciones sanitarias en el uso del colectivo, una contracción de la oferta (en función del nuevo escenario de aislamiento y distanciamiento), sumado a la medida de fuerza que realizaron los choferes (83 días de paro en 2020), crearon condiciones para que muchos abandonen su uso.
Alvarado estimó necesario “trabajar para sacar el miedo al contagio en el uso del transporte, tomando las medidas correspondientes para recuperar parte de la demanda perdida”, porque si bien admitió la necesidad de generar mas infraestructura para la bicicleta; “no hay ciudad como Rosario que pueda estructurarse sin un sistema de transporte publico sostenible; uno de los objetivos es que los rosarinos/as puedan volver a usar el sistema”
Fuente: LT8 – La Capital