En pleno comienzo de la temporada alta de vacaciones de verano, la Terminal de Ómnibus de Rosario atraviesa un escenario “desolador”. En contraste con años anteriores, repleta de gente, con colectivos saliendo y llegando de manera incesante, ahora se vive una calma inquietante y luce casi desierta.
Se estima que el movimiento de colectivos es solo un 20 por ciento de lo que solía ser en temporadas anteriores.
El director de la terminal, Hector Peiró, subrayó que “hay muy poco movimiento en comparación a otros años”. “A esta altura del año esto era un mundo de gente y hoy hay muy poca. Está llegando un servicio de Buenos Aires con muy pocos pasajeros. El intercambio que hay es poco”, lamentó.
“A la Costa salieron muchos servicios más que nada el 1 y 2 de enero pero hoy por hoy están muy acotados. La verdad es que no sabemos qué va a pasar porque el panorama nacional tampoco es muy bueno. Hay gente que está viniendo a cambiar el pasaje o devolverlo, que tenía para la segunda quincena, por miedo a que se suspenda el transporte”, destacó.
A la hora de poner números, Peiró explicó que “está saliendo en promedio un 20 por ciento de lo que salía el año pasado”. “Eso se puede aplicar a todos los destinos. A Mar del Plata y la Costa estamos teniendo entre 5 y 6 servicios y el año pasado teníamos unos 20 servicios diarios, más todavía los primeros días de cada quincena”, siguió
“El turismo tampoco existe este año tuvimos dos viajes de turismo cuando el año pasado ya habíamos tenido unos cuarenta”, añadió.
Por último, con respecto a los locales comerciales de la terminal, el funcionario calificó la situación como “caótica”. “En realidad es lo mismo que pasa en la ciudad y en el mundo. No les estamos cobrando el alquiler desde abril. Algunos comercios no abrieron y otros sí”, concluyó