“Viajamos amontonados y con las ventanillas cerradas durante las nueve horas”, expresó Mercedes. El incumplimiento se dio tanto en la ida como en el regreso, ambos en la empresa Chevallier, según denunció
Cuando la temporada estival estaba a punto de comenzar, el Estado nacional y las provincias hicieron nutridos anuncios acerca de las medidas sanitarias que se aplicarían en los traslados turísticos, sobre todo, en los viaje interprovinciales.
La experiencia reciente que vivió Mercedes, usuaria del transporte de larga distancia, junto a parte de su familia en un viaje de vacaciones de Rosario a Mar del Plata, genera incertidumbre acerca de la aplicación de los protocolos de rigor.
“Hace una semana, aproximadamente, sacamos tres pasajes para ir a Mar del Plata”, empezó relatando la mujer en el programa “El Primero de la Mañana” por LT8. “Ya al momento de arribar a la terminal nos llamó la atención que no nos tomaran la temperatura, sino que apenas nos pidieron el Certificado Verano que se lleva en el celular. El micro estaba lleno, y por lo tanto, viajamos sin distanciamiento”, denunció.
El amontonamiento de personas no fue el único detalle que preocupó a Mercedes y a los suyos. “No desinfectaron los asientos ni nos pusieron alcohol en las manos y viajamos durante las nueve horas con aire acondicionado y sin ventanillas abiertas, tanto en el viaje de ida como en el de vuelta”. “Nos habían dicho que las ventanillas estarían abiertas por protocolo y que los asientos estarían diferenciados, ocupados uno sí y uno no”, aseguró Mercedes.
“Incluso compramos pasajes para viajar en el piso de abajo porque nos habían dicho que allí viajarían solo seis personas, pero no fue así”, continuó.
La señora dijo haber regresado “con muchísimo miedo”. Así como admitió no haberse dirigido a los choferes del micro para señalar éstas irregularidades como otras (“muchos pasajeros viajando sin tapabocas”, señaló), aclaró que los mismos “tomaban los documentos y los teléfonos celulares sin desinfectarse”. También aseveró que no hubo presencia de inspectores estatales en los puntos de inicio y finalización de los viajes.
“Estamos muy preocupados y con mucha incertidumbre”, cerró su testimonio Mercedes. “Mi mamá es persona de riesgo. Ahora tenemos que estar aislados y yo tengo que trabajar. Sacamos pasaje confiados y no se cumplió nada”, finalizó.
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