El titular de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti, dijo hoy a El Primero de la Mañana que el precio de la carne vacuna va a bajar –y esa baja llegará a los consumidores– porque los distribuidores y los matarifes están teniendo grandes dificultades actualmente para vender luego del alto crecimiento en la demanda durante diciembre.
El empresario también se refirió a la intención del gobierno nacional de ofrecer nuevamente cortes a precios populares. “Cuando dicen que están hablando con la industria están hablando solo con los representantes del ABC, es decir, los frigoríficos exportadores. El resto de la industria no ha tenido contacto con nadie”, sostuvo tajante.
“Es imposible hacer este tipo de acuerdos desde la industria cuando en realidad el que le pone el precio final a la carne es el carnicero. Aunque la industria decidiera colaborar y bajar un equis por ciento para que se pudiera hacer esto no hay ninguna certeza que el carnicero va a vender después a los precios acordados”, agregó.
Al ser consultado sobre cómo se formaba el precio que finalmente termina llegando al consumidor, Schiariti explicó que cuando un frigorífico paga 150 pesos el kilo de un animal “está comprando carne, sangre, hueso, bosta, cuero y una serie de productos”. “De esos 150 pesos cuando se reposta y se saca la media res le queda un 55 o 56 por ciento, es decir, ya eso vale casi 300 pesos. Cuando el carnicero agarra esa media res y le saca los huesos a él también le queda un 55 o 60 por ciento, entonces ya está en casi 500 pesos”, indicó.
“El carnicero toma el precio que se paga en el Mercado de Liniers y lo multiplica por 3,5. Ese es el precio de la media res en la carnicería. A eso hay que sumarle la utilidad del carnicero, que es el 20 o 25 por ciento, pagar los gastos y quedarse con una moneda. Los carniceros le ponen el precio a los cortes en función del barrio en el que están”, añadió.
Sobre el por qué de la suba en el precio de la carne a lo largo del año pasado, el titular de la Cámara de la Industria y Comercio de las Carnes destacó que los incrementos comenzaron por “problemas macroeconómicos”.
“En marzo un ternero de destete costaba entre 100 y 105 pesos el kilo. Hay que recordar que el año pasado hubo una inflación galopante y con pronóstico de devaluaciones. Nadie quería quedarse con un peso encima entonces todo aquel productor que vendió una jaula de novillos rápidamente quiso proteger la plata de la venta por lo que salió a comprar animales jóvenes y ese ternero que arrancó en los 105 pesos terminó en noviembre en 180 o 190 pesos por la presión compradora”, continuó.
“La presión alcista está detenida pero al mismo tiempo, por la sequía, subió mucho el precio de los cereales y un maíz que estaba a 140 pesos pasó a 240 pesos. Entonces un maíz que costaba 8 pesos en marzo hoy cuesta 20 pesos. Esto hizo que el negocio del feedlot dejara de ser negocio y que los feedloteros en lugar de encerrar a corral compraran más terneros para ponerlos en el campo porque es mucho más barato, pero el engorde es mucho más lento”, siguió.
Así las cosas, Schiariti recordó que se llegó a noviembre y el precio aumentó porque no había oferta suficiente de animales. “Además en noviembre aumentó la demanda, cayó la oferta y para colmo llega diciembre con la locura y ansiedad de la avidez de consumir. Esto hizo que los precios estallaran. Yo creo que la carne va a seguir bajando y va a llegar al consumidor porque los distribuidores y los matarifes tienen grandes dificultades para vender”, concluyó.
