La otra carrera, buscar responsables. La pandemia del coronavirus Covid 19 avanza, se multiplica en el comienzo de este 2021. Los Gobiernos del mundo compiten en la compra de vacunas. A casi un año de aislamientos y restricciones ya todas las personas experimentaron alguna sensación provocada por la rotura de hábitos, rutinas y distancia de afectos. Ante el crecimiento del contagio regresan las medidas más severas contra el movimiento de las personas y así intentar frenar las curvas ascendentes. Florecen los lobbies sectoriales reclamando mayores aperturas en pos de la economía. Lo cierto es que las ciudades más pobladas de América y Europa suman infecciones por Covid19 a diario. Pero todas las flechas apuntan a un sector específico: la juventud. Les atribuyen la multiplicación de casos por diversas prácticas cotidianas similares y compartidas con el resto de las franjas etarias. Éstos días varias voces autorizadas han expresado críticas a la estigmatización recurrente, y ya clásica sobre las y los jóvenes. Investigadores, científicos, profesores de las Universidades de Rosario y de Buenos Aires, al igual que referentes de las juventudes de territorio reclaman “políticas públicas integrales, transversales, con mirada generacional, o sea, juntemonos para saber cómo están viviendo este tiempo”, refirió Pablo Vommaro de la UBA, mientras que Stella Firpo de la UNR destacó que “la historia muestra que no es novedosa la práctica de encontrar o construir consensos populares, y así, responsabilizar a ‘un otro’. Se da con diversidad de motivos, sectores sociales y formas de construir ese cuco que actuará como una verdad revelada, pero la realidad es que está construida por el interés de la negación, y construyen un chivo expiatorio”, expresó la rosarina.
“Las juventudes suelen ser culpabilizadas, responsabilizadas y estigmatizadas por diferentes males sociales. Hoy, sin dudas por la pandemia, por el rebrote. Pero también sucede que se estigmatiza o responsabiliza a las juventudes por la inseguridad con los pibes chorros, los motochorros o las adicciones. Parece ser que los jóvenes son los únicos que tienen consumos problemáticos y no hay adultos que estimulan o estén en consumos problemáticos”, dijo el historiador Pablo Vommaro de la UBA integrante del Instituto Gino Germani.
Vommaro explicó que “la incertidumbre política de la pandemia es ‘el problema social’, o sea, los problemas políticos económicos, culturales y sanitarios. En este contexto vuelve a haber una estigmatización hacia los jóvenes. Y creo que no se trata de una estigmatización que se circunscribe a una evidencia concreta. Además, es contraproducente porque este sector responda en bloque, de una forma reactiva. Por lo tanto imposibilita el diálogo con ellos”, recuerda el profesor de la UBA.
¿Esenciales cuando conviene?
“Son las y los jóvenes como médicos residentes o el personal de salud que recién se inicia los que estuvieron trabajando en la primera línea de atención durante la pandemia. Son también las y los jóvenes quienes casi en su totalidad se encargan del reparto, o sea de los deliverys en todas las grandes ciudades. Además, en muchos barrios es la juventud la que sostiene comedores, merenderos o la economía popular”, aseveró Pablo Vommaro al programa La Región Noticias de LT8.
El historiador insistió con que las y los jóvenes “hace once meses sostienen la educación virtualizada, por lo tanto, ésas juventudes, también son pibes y pibas argentinas que están viviendo en pandemia y que muchas veces son responsables, no de los descuidos, sino de los cuidados sociales. Entonces, son jóvenes que se los invisibiliza, que no se los reconoce al focalizar en algunas juventudes de sectores medios o medios alto en general urbanos que sin dudas se aglomeran en algunos sitios de veraneo, en la costa atlántica, en las sierras, Buenos Aires o en Rosario, pero que también fueron desconsiderados a la hora de planificar el verano. Porque cuando se planificó la apertura de la temporada estival de Buenos Aires, Rosario o Córdoba mucho se hizo énfasis en los protocolos de los hoteles, para los transportes, para la producción. Pero, ¿quién hizo énfasis, quién se preocupó o pensó qué hacer con el ocio, con el tiempo libre?. Con los lugares al aire libre, bares. Está claro que todos los veranos la juventud es protagonista en todos estos lugares”, dijo Vommaro.
“El ocio y tiempo libre está asociado a estar sano para trabajar, para volver a producir. No para disfrutar de la sociabilidad, y de tus pares, sino para responder a lo laboral”, aclara Vommaro, y sintetiza sobre la comercialización de la juventud con ejemplos que aportan los propios jóvenes: “Cuando vamos a un bar a pagar, no hay ningún problema. Podemos estar aglomerados, todos encerrado, sin distancia. Pero, cuando vamos a una playa o plaza gratuita la policía nos hostiga o nos persigue”. Entonces, el historiador se preguntó: “¿Cuál es la oferta de ocio, de entretenimiento, de tiempo libre no mercantilizado para las y los jóvenes?”, contó.
Vommaro insistió en que “faltan políticas públicas integrales, transversales, con mirada generacional, o sea, juntemonos para saber cómo están viviendo este tiempo, esta pandemia. Generemos empatía, diálogo, reconocimiento, incorporación, encuentro o por el contrario puede culpabilizar, penalizar, punitibizar, o responsabilizar”, comparó.
“Éste es un país, que por suerte, para bien o para mal, tiene a sus juventudes bastante organizadas. En juventudes partidarias, en Centros Culturales, inclusive grupos religiosos. Tiene muchos referentes juveniles, artistas, diputados, cantantes, youtubers, influencers. Entonces, ¿por qué no convocamos a las juventudes?”, interpela Vommaro.
Construir un cuco
“Hoy, son las pibas y los pibes. La historia muestra que no es novedosa la práctica de encontrar o construir consensos populares, y así, responsabilizar a ‘un otro’. Se da con diversidad de motivos, sectores sociales y formas de construir ese cuco que actuará como una verdad revelada, pero la realidad es que está construida por el interés de la negación, y construyen un chivo expiatorio. Los adolescentes están en el foco de la crítica. También es posible reconocer e identificar que en las sociedades occidentales se grafica la negación y el desvío de la responsabilidad en un tercero, en otro. Por ejemplo echar culpas a los extranjeros cuando hay problemas de trabajo, o es que el problema de es de los negro o de los judios o de los homosexuales” describió Stella Firpo de la Facultad de Psicología de la Universidad de Rosario al programa Una Tarde Perfecta de LT8. (https://www.lt8.com.ar/18917/).
Otras voces…
“No hay que homogeneizar y pensar que todos los jóvenes son bestias irresponsables, eso es una barbaridad. La primera línea de la lucha contra la pandemia está integrada mayoritariamente por jóvenes que son los que están haciendo las residencias en los hospitales”, dijo José Natanson, director del Le Monde Diplomatique para Argentina a la Telam. En el informe de la agencia oficial también se puede leer all psicoanalista y doctor en Filosofía Luciano Lutereau que identifica a la juventud como un segmento al que se asignan problemáticas que involucran también a los adultos, una operación que reduce el abordaje al mismo tiempo que permite diluir responsabilidades. “Nuestra sociedad suele proyectar en los jóvenes todas sus debilidades -plantea-. Es lo mismo que ocurre con el consumo de drogas: se piensa que es un hábito adolescente, preocupa y se habla del consumo de los jóvenes, pero se trata de algo que puede ser rastreado en toda la comunidad, solo que los adultos no están dispuestos a reconocer en ellos ese mismo impulso”. El informe de Telam se titula: Ni irresponsables ni culpables: analistas desarman una narrativa estigmatizante sobre los jóvenes, aquí el acceso directo: https://www.telam.com.ar/notas/202101/541118-ni-irresponsables-ni-culpables-analistas-desarman-una-narrativa-estigmatizante-sobre-los-jovenes.html.
El Grupo de Estudios de Políticas y Juventudes del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencia Sociales de la UBA emitió un documento titulado: “Ante la responsabilización de les jóvenes por la nueva ola de contagios”:
Por la pandemia UNICEF hizo un sondeo con la opinión de ocho mil jóvenes de 13 a 29 años. Entre las y los participantes, “el 27% reportó sentir ansiedad y 15% depresión en los últimos siete días”. Para el 30%, la principal razón que influye en sus emociones actuales es la situación económica. (https://www.unicef.org/lac/el-impacto-del-covid-19-en-la-salud-mental-de-adolescentes-y-j%C3%B3venes).