El sismo de anoche en San Juan llegó a los 6,4 grados en la escala Richter, replicándose en varias provincias del país.
En diálogo con “El primero de la mañana” Silvana Bustos, Coordinadora técnica del Inpres (Instituto Nacional de prevención sísmica), se refirió a lo ocurrido anoche en la región de Cuyo con este fenómeno natural que sorprendió y alarmó a la población de diferentes puntos del país.
“Sucedió un sismo de magnitud importante de 6,4 grados, con alrededor de treinta réplicas en distintos sectores del país, afortunadamente por lo que sabemos hasta el momento sin graves consecuencias en la vida de las personas, que es lo más importante”, explicó.
La Ingeniera del Inpres destacó la diferencia en cuanto la magnitud de este fenómeno con respecto a anteriores que quedaron en la historia debido a la potencia e impacto que tuvieron.
“Cerca no estuvo aunque parece en el número. El sismo de San Juan de 1944 tuvo una magnitud de 7 grados, eso es quince veces mayor cantidad de energía liberada que el de anoche y el de 1977 de Caucete fue de 7,4 es treinta y dos veces más, es una escala logarítmica. Las ondas sísmicas tienen un alcance muy grande porque es gigantesca la cantidad de energía que se libera en este tipo de eventos”, remarcó.
Bustos aclaró que la época del año no es un motivo por el cual se haya podido dar este sismo. “Que haya ocurrido ahora no tiene ningún tipo de relación con la época del año, ni con la temperatura, es solo producto de la casualidad. Nosotros estamos asentados en una zona del altísima sismicidad porque estamos cerca de la zona de subducción entre la placa Sudamericana que es la que contiene a todo el continente en la parte sur y la de Nazca que es la placa del océano Pacífico chileno. Esa zona de subducción genera sismos en forma permanente”, destacó.
Además, remarcó que luego del primer impacto, el sismo va perdiendo fuerza y disminuyen las posibilidades de nuevas réplicas. “Podría haber más réplicas, pero hay que tener en claro que a medida que van pasando las horas y los días posteriores al evento principal, las réplicas van menguando en magnitud y espaciándose en el tiempo. Los sismos son hasta el momento, en todo el mundo, absolutamente impredecibles, es el único fenómeno natural que con anticipación no se puede hacer nada, por eso siempre hablamos desde la prevención sísmica como una actitud permanente de alerta que debemos tener los que estamos expuestos a este tipo de fenómenos que siempre van a sorprendernos”, indicó.
El hecho de que los daños sean menores, se debe a las construcciones “sismorresistentes” que abudan en estas zonas propensas a este tipo de eventos. “Los daños son menores, uno se ve tentado a decir que afortunadamente son menores, pero no forman parte de la fortuna sino de la conciencia sísmica que conduce a la población a hacer construcciones sismorresistentes”, concluyó.