El sismo que se desató ayer a la noche en la provincia de San Juan hizo que el 103 –número de emergencia de Defensa Civil municipal– recibiera numerosas llamadas por parte de vecinos de Rosario, asustados por los movimientos ocasionados, sobre todo en los pisos superiores de los edificios.
“Tuvimos numerosos llamados al 103 al número de Defensa Civil poco antes de la medianoche. Siempre hablando de pisos superiores de los edificios que fue donde más se sintieron las consecuencias del sismo de San Juan”, informó Gonzalo Ratner, subdirector de la repartición.
En las llamadas se repetía el asombro que causaba el movimiento de objetos colgantes como ventiladores de techo y lámparas. “La gente pedía información más que nada. Ninguno de los llamados fue para denunciar alguna consecuencia o algún daño”, aclaró.
“Rápidamente hicimos la consulta al Instituto Nacional de Prevención Sísmica. Asociamos las denuncias al sismo que se produjo en San Juan y la tarea de la medianoche fue tratar de llevar tranquilidad y dar información al vecino”, añadió.
Cabe recordar que el fuerte sismo que sacudió San Juan y se sintió en varias provincias fue de 6,4 grados en la escala de Ritcher y se produjo en los últimos minutos de ayer en la localidad de Villa Media Agua, según lo informado por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres).
El temblor fue percibido en las provincias de Cuyo e incluso en edificios altos de Córdoba, La Rioja, Santa Fe y Entre Ríos.
Horas después de ese movimiento, hubo otros dos movimientos, una replica de 4,4 grados a 93 kilómetros al este de San Juan a las 0.03 y otra de 5,1 a las 0. 37 a 42 kilómetros al sudoeste de la capital sanjuanina y a 44 kilómetros al noroeste de Villa Media Agua.
El cimbronazo generó olas en las piletas de natación de varias viviendas, hizo pendular lámparas y puso en alerta a las mascotas, de acuerdo a los reportes de sanjuaninos, mendocinos y pobladores de Córdoba y San Luis.