Eduardo Del Monte, de la Corriente Clasista y Combativa, dio cuenta de los muchos inconvenientes que existen para el funcionamiento de comedores y ollas populares en Rosario, a punto tal que muchos de esos establecimientos están paralizados.
Por estos días, organizaciones y profesionales de la salud están advirtiendo acerca del avance de la malnutrición y del sobrepeso en niños; sobre todo, habitantes de barrios humildes. También es claro que el aumento desmesurado de los precios de los alimentos conspiran contra la posibilidad de que los chicos puedan acceder a una alimentación adecuada.
Eduardo Del Monte, integrante de la Corriente Clasista y Combativa, relató los muchos inconvenientes que también padecen los comedores y las ollas populares. “Los comedores que tenemos no son comedores establecidos; son lugares precarios y los pocos que aún mantenemos están siendo sostenidos por subsidios municipales, lo cual alcanza para dar de comer unas dos veces por mes”.
Del Monte declaró que él y algunos de sus compañeros salen a pedir ayuda a comerciantes de las zonas donde funcionan los comedores, pero que la situación es muy compleja. “Habíamos logrado, con el Banco de Alimentos de Rosario – que a partir de un convenio recibía aportes de la municipalidad y de la provincia – lanzar una campaña que llegaba a unas 1600 ollas en toda Rosario gracias a gente de bien que se había organizado. Pero eso se ha paralizado a fin de año; se cortó el IFE (Ingreso Federal de Emergencia) y en enero no recibimos alimento fresco ni seco. Hay cada vez más demanda; cada vez se necesita más comida”.
En cruda descripción del panorama al cual tiene acceso, Del Monte manifestó: “Cuando armamos los comedores, hace muchos años, nunca tuvimos la idea de que la gente tuviera que comer siempre en un comedor, sino que pretendíamos que cada uno, con el fruto de su trabajo, pueda darle de comer a su familia. Pero hoy, hay mucha gente que espera la llegada de los días en que se cocina para poder tener un plato de comida”.
El militante de la CCC postula que “el gobierno tiene que salir fuertemente a resolver el tema alimentario. Cada vez es mas difícil comprar carne, por ejemplo. Y con las copas de leche pasa lo mismo que con los comedores: todo lo que hay es esporádico, algunos días al mes, y además, la leche es muy cara”.
“Nos dijeron que hay tratativas para que podamos volver a dar de comer; esperamos que haya un acuerdo que permita restablecer el comedor porque cada vez crece más la pobreza”, cerró Del Monte.