La vivienda está ubicada en Saladillo. Una hija de la dueña de la misma comentó que decidieron hacer pública la seguidilla de agresiones porque “no se consigue reacción de otra manera”. Las denuncias de los ataques previos no sirvieron para detenerlos
Los ataques a domicilios con objetivo declamado de obligar a los moradores a dejar sus viviendas es otra de las modalidades del crimen que estpa experimentando un crecimiento muy rápido en Rosario.
El fin de semana se registró el quinto ataque a una casa de la zona sur, en barrio Saladillo, empleando una bomba Molotov, cuya explosión ocasionó un incendio que pudo ser sofocado prontamente por vecinos. Martina Vázquez, hija de la propietaria de la casa en cuestión, describió que el explosivo arrojado “rebotó contra una reja que pusimos como medida de seguridad y se incendió todo el pasto que está frente a mi casa. Por suerte no hubo compromiso para la integridad física nuestra”
Martina hizo algo de historia de los ataques que sufrió su casa: “El primero sucedió el miércoles pasado, alrededor de la hora 20, cuando lanzaron un cascote con un mensaje que decía que nos quedaban 24 horas para irnos de la casa. En los días siguientes continuaron arrojando distintas cosas, llegando a romper la puerta del frente y vidrios; ocasionando muchos daños materiales”.
Las denuncias realizadas, explicó la mujer, no dieron resultado, a la luz de los hechos. “Ante cada ataque, llamamaos al 911; luego hicimos las denuncias en la comisaría, las cuales eran tomadas y giradas a la fiscalía correspondiente, y recibimos como respuesta que se nos asignaba una custodia policial. Pero el patrullero pasó una o dos veces. Todo es burocracia; los recursos de la policía son muy escasos”.
“estimamos que es porque es vivienda muy grande linbdera con terreno grande también. En los alrededores es la primera vesz que sucede.
“No sabemos el por qué”, de los ataques, admitió Martina. Incluso llegamos a pensar que puede ser una equivocación. Vivimos cinco personas que entramos y salimos todo el tiempo. Quizás sea porque se trata de una vivienda muy grande, lindera con un terreno granse también”.
Finalmente, la joven explicó que “decidimos hacer esto público porque vivimos encerrados en casa. Tenemos un grupo de wahtsapp con los vecinos (a través del cual) nos advertimos de lo que sucede, pero no se consigue reacción de otra manera”.