El fiscal Gastón Avila, -quien junto con Matías Edery llevan adelante la investigación sobre la muerte del pastor Eduardo Trasante-, aseguró que “Galván no tenía conocimiento que ese vehículo sería utilizado para matar a Trasante. Acreditamos el encubrimiento, por lo cual será condenado con una pena efectiva. Pero fue desincriminado, La querella solicitó la revisión. Los tres imputados tienen vinculación directa del homicidio”. También señaló su discrepancia con las abogadas de Ciudad Futura, debido a que –según dijo en LT8- no hay evidencia que exista un móvil de tipo político en el homicidio al pastor Eduardo Trasante. En tanto, esta mañana, militantes y concejales de Ciudad Futura, se manifestaron frente al Centro de Justicia Penal por la liberación de uno de los imputados en la causa de la muerte del pastor Trasante.
“Creemos que el imputado Galván no tenía conocimiento acerca del propósito para el cual homicidas de Trasante utilizaron el auto. El coche se roba cuatro días antes del homicidio. Galván entrega al vehículo tres días antes, no podemos tenerlo preso porque sí. Decidimos archivar la investigación respecto de la participación de Galván, el hombre que fue desincriminado y facilitó el auto a los homicidas, entendemos que la querella pidió que se reabra la investigación pero discrepamos con las abogadas de Ciudad Futura”, explicó el fiscal Gastón Ávila, quien junto a su colega Matías Edery, llevan adelante la investigación del homicidio de Eduardo Trasante. Y luego amplió “Galván no tenía conocimiento que ese vehículo sería utilizado para matar a Trasante. Acreditamos el encubrimiento, por lo cual será condenado con una pena efectiva. Pero fue desincriminado, La querella solicitó la revisión. Los tres imputados tienen vinculación directa con el homicidio. Discrepo con las abogadas de Ciudad Futura, no hay evidencia que exista un móvil de tipo político en el homicidio al pastor Eduardo Trasante”.
No obstante, el fiscal señaló que “Tres personas detenidas son las que tienen vinculación directa con el homicidio, le sacaban fotos a la vivienda del pastor, ellos están implicados. Discrepo –y no me canso de decirlo- con las abogadas querellantes, no hay un móvil de tipo político, Trasante ya había sido concejal, no era una cara visible del partido político al que pertenecía”.
El ex concejal Eduardo Trasante, era padre de una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno, cometido en el año nuevo de 2012. Trasante fue asesinado el 14 de julio del año pasado frente a su familia, en su domicilio ubicado en la calle San Nicolás al 3600.
Cabe recordar que el ex concejal fue atacado por dos personas que tocaron la puerta, su mujer atendió y la obligaron a llevarlos a donde estaba el pastor, quien fue ultimado de un balazo en la cabeza.
“Un imputado que está involucrado en el homicidio, tiene causas por tráfico de drogas, es cercano a unos de los condenados por el crimen de Villa Moreno. Nosotros desde la fiscalía vemos más un punto de conexión ahí, en el anterior crimen a los hijos de Trasant, que por la cuestión del partido político”, sostuvo el fiscal. Y más adelante agregó “Uno de los involucrados vivió a la vuelta de Trasante muchos años, en Villa Moreno. El móvil o motivo del asesinato puede ser una venganza por el accionar de Trasante contra el narcotráfico, después del triple crimen de Villa Moreno”.
“Archivamos la causa de Galván porque no conocía para qué iba a utilizarse el auto, que finalmente terminó usándose para ir a matar al pastor Trasante”, concluyó el fiscal Ávila.
Tal como describíamos en uno de los párrafos anteriores, Trasante era el padre de Jeremías, una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno, asesinado en enero de 2012. A partir de allí, el pastor Eduardo en ese momento, activó la búsqueda de justicia por su hijo. Pero dos años después, el 3 de febrero de 2014, fue asesinado su otro hijo, Jairo Natanel, quien fue muerto de un balazo en el abdomen, en la esquina de Zeballos y Dorrego.
Jairo iba en una moto conducida por Walter Riesco. Los dos salían de un boliche ubicado en Dorrego 1049, junto con amigos. Adentro de ese local bailable, había tenido una discusión con otro grupo de chicos, que se prolongó a las piñas en la puerta, pero eso terminó. Más tarde, Jairo se subió a la moto para volver a su casa. A tres cuadras, le dispararon desde una camioneta. Jairo encontró el mismo destino de muerte que su hermano Jeremías.
Seis años después mataron al padre de los dos hermanos, al pastor Trasante, quien aceptó con resignación religiosa la muerte de sus dos hijos y había dejado su puesto de concejal por una denuncia de acoso sexual. En su militancia por una Rosario sin narcotráfico ni violencia, solía lucir una remera cuya inscripción rezaba: “Señor, te pido la paz para mi ciudad”.
A.D.
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