Va tomando color el escenario político mientras avanza el año. A todos los partidos los apremia la elección o construcción de referentes candidateables. Las fuerzas más importantes de la provincia eligieron o tienen que votar sus autoridades partidarias lo que genera más torbellino. Rosario elige la mitad del Concejo municipal, mientras que también se definen los nombres de una decena de Diputados nacionales y las tres bancas del Senado que pertenecen a la Provincia. Por éste panorama es simple identificar el arranque prematuro de la campaña política. En los últimos días, el ex gobernador e intendente de Rosario, Miguel Lifschitz estuvo de gira por el centro norte provincial, donde marcó su “preocupación por la falta de presencia del gobierno”, también aludió al reparto de fondos. En otro destino norteño, dijo que Perotti “ya lleva más de un año” en la Casa Gris y “su gestión todavía no arrancó”. Antes, el rosarino, reclamó que los municipios y comunas cuyas autoridades pertenecen al Frente Progresista Cívico y Social “sufren una brutal discriminación” de la provincia por ser de otro “signo político”. Los alfiles políticos y funcionarios del contador Perotti no se hicieron esperar y respondieron a las declarativas de la oposición: “Brutal discriminación hubo en la gestión de Lifschitz”, expresó el ex ministro Rubén Michlig.
La repercusión sobre la acusación de “brutal discriminación” contra localidades opositoras tuvo su respuesta de mano del ex ministro de Gestión y actual asesor del Gobernador, Rubén Michlig: “Eso resulta totalmente falso. Y queda acreditada esa falsedad en las reuniones que permanentemente estamos teniendo en éste momento firmando convenios por el Plan Incluir, donde se incluye a la totalidad de los municipios y comunas de toda la provincia y donde todos los intendentes y presidentes comunales manifiestan la diferencia que hay ahora y en la gestión anterior”, dijo.
Los reclamos de dinero de las localidades a los gobiernos centrales parece ser común, tanto de los estados subnacionales como éstos ante Buenos Aires. En el cruce de números entre Lifschitz y Perotti quedan expuestos algunos datos a contrastar con la realidad. Michlig arremetió, y dijo: “Una brutal discrinación hubo en la gestión de Lifschitz. Y les aporto dos datos que sirven de ejemplo. La distribución de aportes del Fondo de multas de Tránsito que pertenece al Ministerio de Seguridad, el 97% fueron giradas a municipios y comunas a cargo del Frente Progresista. El Fondo de fortalecimiento institucional, que estaba a cargo del ministro Farias, más del 85% fue distribuido entre las localidades que gobierna el FPCyS. Y ni hablar de la aprobación de los proyectos, y a los pagos de Obras Menores y los pagos del Fondo de Asistencia Educativo (FAE). De éste último, las comunas y municipalidades no participaban de la distribución, sólo Rosario y Santa Fe”, detalló.
“El Fondo de Obras Menores se compone con el 1% de los recursos corrientes destinados a financiar obras en municipios y comunas. Una Ley del 2006. Con un modo de distribución a través de un índice sobre la cantidad de población y sus necesidades básicas insatisfechas”, explicó el ex ministro al programa Trascendental de LT8.
El perotismo mostró sus porcentajes. “En nuestra gestión hemos aumentado un 380% las transferencias a municipios y comunas por todos los conceptos. Incluso estamos incorporando la moratoria que lanzó el gobierno el año pasado para fortalecer a las localidades”, explicó Michlig y arrojó: “La verdad que es falso y no está acreditado con números. Para eso hay que comparar las dos gestiones, el último año de Lifschitz con el primer año de gestión de Perotti. Así que descarto las declaraciones del ex gobernador por falaz”, manifestó. “Lifschitz dijo que el gobierno de Perotti no arrancó. Para decir semejante comentario debe basarse en una cuestión real. Yo participé en todo el proceso de transición, que fue muy duro, y señalamos un montón de observaciones”, así defendió la actual gestión Rubén Michlig.
El ex ministro explicó a los oyentes cómo trazar un arqueo propio. “Primero, para hacer un balance del primer año de Perotti hay que ver desde dónde partimos. El 2019 comenzamos con una fuerte crisis económica en el orden nacional, con una provincia que estaba en bancarrota donde había muchas dificultades para pagar los sueldos y obligaciones en término, y eso prácticamente, llevó a la paralización de las obras públicas”, denunció.