Crecen los casos de fiestas clandestinas y reuniones fuera de lo permitido en uno de los peores momentos de la pandemia con picos de contagios en las grandes ciudades de Sudamérica, y Rosario no es la excepción. Se configura la segunda ola, comienzan las alertas en Argentina y todas las grandes urbes. El mayor contagio se da en fiestas, encuentros, comidas con familiares o amigos en contraposición a lo que sucede en las fábricas, comercios y espacios laborales tanto del sector público como del privado.
Las áreas de Control y la policía rosarina recibieron una denuncia por ruidos molestos y mucho movimiento que provenían de Pueyrredón al 200 bis, instalaciones que alquila la empresa concesionaria del Ferrocarril a un estudio de arquitectura. “La fiesta se hizo hasta altas horas de la madrugada porque el personal llegó sobre las cinco y media de la madrugada, y la Policía ya había disuadido la situación. En el día de hoy nos pusimos en contacto con los asesores legales y nos suministraron los datos que alquila el lugar”, detalló Carolina Labayrú, secretaria de Control de Rosario.
Diferentes reacciones ante la llegada de efectivos policiales y de control. “Hemos sido recibidos con botellazos hasta disparos de armas de fuego. Algunos que se encierran y no te dejan ingresar. También ha pasado que llegamos y salen corriendo por todos lados. Otros no manifiestan nada o te dicen ‘cómo podemos arreglar’. Éstas son las diversas respuestas, algunas son muy cómicas pero otras terminan siendo violentas y agresivas”, detalló Labayrú.
Es evidente que “funcionaba un estudio de arquitectura. Se veían cuadros y detalles. no es un estudio grande, puede ser personal. No había escritorios y mesas tipo tableros, ni varias computadoras”. El lugar pertenece a las instalaciones concesionadas del FF.CC. desde Control refieren que tendrán que “ver el contrato que nos enviaron de NCA (Nuevo Central Argentino), ellos estaban sorprendidos. Opinan lo mismo que nosotros, va a hacer la presentación penal en conjunto a la Municipalidad”, explicó la secretaria de Control.
Hay varios sectores de la ciudad que concentran las fiestas clandestinas, en su gran mayoría están en Fisherton, La Florida o Alberdi, también en la zona Sur. Además, “tenemos algunos lugares marcados porque sabemos que puede haber algún tipo de evento para actuar. incluso con todas las denuncias que llegan al 147”, explicó Labayrú.

Desde las diferentes áreas hace un año vienen trabajando al respecto. En los últimos meses el fiscal Luis Schiapa Pietra dijo que están “trabajando sobre varias investigaciones por organizaciones de fiestas clandestinas y eventos masivos, y seguiremos trabajando en el secuestro de vehículos, detención o aprehensión de los organizadores. Y, si hay posibilidad, secuestrar la recaudación o instrumentos para realizar este tipo de fiestas”. Y concluyó: “Nuestra intención es ir con todo lo que implica la ley en cuanto a los organizadores o realizadores. Obviamente que las sanciones no van a ser las mismas para los organizadores que a los recurrentes, pero nuestra idea es aplicar sanciones a todos a fin de concientizar a toda la población”, dijo el fiscal.