En el Parlamento nacional discute hoy en comisiones la llamada “Ley de Etiquetado” de alimentos, que ya cuenta con media sanción del Senado. El objetivo es que los consumidores conozcan con precisión los porcentajes de componentes agregados a los productos alimenticios, como azúcares, sodio, grasas saturadas y totales, etc.
En diálogo con LT8, la periodista Soledad Barruti, investigadora especializada en alimentación, explicó que “la ley es muy completa; empezaría con el rotulado con la idea de que no se encuentren sólo publicidades que induzcan a la compra sino que tenga que ver con lo que se ofrece. La etiqueta tendría, por ejemplo, formas octogonales dentro de las cuales figure cuánta azúcar o cuánto sodio tiene el producto, para competir con los mensajes que son sólo comerciales y que no ayudan”.
“El fin es desalentar y eliminar los productos cuya información es engañosa. Hay que generar la comunicación y la educación adecuadas. Hoy en día esa información está disimulada, casi invisible o, directamente, no existe”, agregó.
Soledad, autora de los libros “Mal comidos” y “Mala leche”, admitió que hay “muchísima” presión de la industria alimenticia “porque creció en base a nuestro desconocimiento; que la información adecuada aparezca le representa a la industria un problema para vender como ella quiere”.
La periodista apuntó, decididamente que “los productos más problemáticos son los ultraprocesados, que tiene ingredientes que uno no tendría en su alacena y que ocupan el 80 por ciento de las góndolas de los supermercados. Galletitas, yogures, jugos, sopas instantáneas, snacks, cereales para desayuno y todos los comestibles en polvo para prepararse instantáneamente; todo eso es un problema”.