Así lo indicó el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría Omar Tabacco, marcando que se deben “tomar decisiones en modo pediatría”.
La presencialidad en las escuelas, suspendida por el gobernador Perotti por el término de una semana en Rosario y en San Lorenzo, abrió el fuego del debate más encarnizado, quizás, de los incontables que generan las decisiones tomadas por injerencia de la pandemia de coronavirus.
El médico pediatra y gastroenterólogo rosarino Omar Tabacco es el presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría habló acerca de ello: “Desde el año pasado interpelamos a todas las autoridades del país para trabajar en pos de la presencialidad 2021, y estamos trabajando desde enero de este año. Con las cifras que tenemos, podemos asegurar que el aula es un lugar seguro, ya que en AMBA (Área Metropolitana de Buens Aires) el coeficiente de contagios en las escuelas es de 0,3 en alumnos y 0,9 en docentes”.
“El virus no sale de la escuela; entra a ella, generalmente, a través de algún adulto”, detalló. “Defendemos fervientemente la presencialidad, aunque entendemos que puede haber razones epidemiológoicas que llevar al cierre de algunas escuelas, pero pedimos que ese cierre sea por el menor tiempo posible”.
Rosario es un gran corredor sanitario que recibe, desde hace años, pacientes de muchas otras localidades. “La saturación de camas de terapia existe por ser nuestra ciudad un centro de derivación, más allá de que se pueda hablar de la circulación comunitaria del virus y de la ocupación de camas críticas, que no se correlaciona necesariamente con esa circulación”.
“La inmensa mayoría de los casos de coronavirus en niños son asintomáticos o poco sintomáticos y los casos de internación tienen que ver con patologías preexistentes, o con niños que se internan por otra enfermedad y, al momento de ingresar, su hisopado da positivo”, aseguró el profesional. “Ahora hay mucho menos chicos internados que en julio y agosto del año pasado, cuando había el mismo nivel de circulación comunitaria que hay ahora”.
“Hablé con el presidente de la Nación y con sus ministros de Educación y de Salud y les dije que somos la voz de los chicos y reclamamos por sus derechos. Este año tenemos que tomar decisiones en modo pediatría, pensando en los niños por la tragedia educativa que sufrieron y las consecuencias en su salud al estar ocho meses encerrados”.
Enfático, aseeró: “Tienen que seguir dándose clases presenciales mientras lo permitan las condiciones epidemiológicas. Los chicos no tienen que pagar las consecuencias de rencillas políticas. Como sociedad científica, ayudamos en la generación de protocolos y en la monitorización de la escuela segura y seguimos reclamando por el derecho de los niños”.
Consultado sobre si los mensajes contradictorios de adultos pueden hacer que se disparen patologías vinculadas a la angustia, Tabacco no dudó en afirmar que “sí; incluso, lo medimos con más de 4500 niños de 6 a 18 años en todo el país. Hay angustia, ansiedad, depresión, enojos, que se manifiestan con trastornos físicos; mucho más que el propio covid”.
El médico terminó pidiendo “que no se aleje la familia de la consulta pediátrica ni de las vacunas, que previenen enfermedades que, en pediatría, son mucho más graves que el covid. Consultorios y vacunatorios son lugares seguros. Estamos preocupados porque en mayo y junio pueden sumarse los virus estacionales habituales, lo que puede saturar también la atención pedriátrica, cosa que hoy, afortunadamente, no está sucediendo”