La actividad cultural del mundo se vio paralizada de inmediato ante la llegada de la pandemia y el confinamiento, más los protocolos y distancias reglamentarias. Los referentes y empresarios de las distintas expresiones artísticas han demostrado que el cine, el teatro o los recitales musicales no son espacios de multiplicación de los contagios del Covid19 si se aplican los protocolos estrictos, hay ventilación natural y artificial, más todos los cuidados extremos. Ésta es una variable discutida por las autoridades del Ministerio de Salud y claramente las definiciones de esta cartera han reducido al mínimo el desarrollo de las actividades culturales en general en todo el territorio nacional. Los productores del sector aclaran que según la información epidemiológica que manejan en las Cámaras, el problema central es la circulación general de las personas y no las salas protocolizadas. A las 15 horas comenzó un cónclave de empresarios rosarino de la cultura por la circulación al finalizar los espectáculos.
“El pasaporte cultural es un salvoconducto en las jurisdicciones donde hay horario restringido para la circulación. Desde el primer día que la pandemia comenzó priorizamos la salud”, informó el empresario teatral Carlos Rottemberg. Y agregó: “Ahora, después de haber tenido una actividad protocolizada durante cinco meses, abierto desde noviembre cuando se permitió la vuelta de la actividad nos explican que hay un tema con la circulación de las personas. Entonces, estamos buscando cómo atacamos la circulación y no confundirnos”, completó Rottemberg.
El empresario teatral explica que la actividad cultural no tiene incidencia en el caudal de la circulación del tránsito. “Si uno abriese todos los teatros de la ciudad de Rosario no tendría efecto en la calle, pero si para la actividad cultural de las ciudades y de los pueblos, por ello es importante garantizar esa circulación (o sea, el regreso de los espectáculos)”,
“Pasamos de la queja a la propuesta”, dijo Rottemberg. Explicó al programa Una Tarde Perfecta que “la actividad cultural está mal en Argentina y en todo el mundo. La actividad está mal. Sabemos que estamos en una situación en la que en todo el mundo la actividad está cerrada. Entonces, tenemos que ponerle creatividad, de eso se trata. Sabiendo que muchas veces abrimos por el valor simbólico que tiene. Porque más allá de lo que digan los aforos y protocolos también sabemos que el mismo público decide. Por ello, si no abrimos, construímos, si no damos el valor simbólico, sino hacemos funciones testimoniales, sino hacemos girar la rueda lo único que estamos haciendo es enfriar la relación entre el público y los artistas”, reflexionó.
El Pasaporte Cultural. “Es para que la actividad pueda estar funcionando con protocolos, como otras actividades. Tiene los datos necesarios para mostrar ante la autoridad”, precisó.