Elías Soso, presidente honorario de CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa) analizó en “Trascendental” la caída de las ventas en las arterias comerciales más importantes de la ciudad. “Por la pandemia, perdimos trenes que venían desde otras localidades, ómnibus de larga distancia. Ahora la clase media y media baja, ya no está en condiciones de consumir bienes y servicios. Se debería reactivar el tren de cercanías, en el área metropolitana de Rosario”, señaló.
“Vemos fenómenos como el cierre de tienda Falabella, así como en estos días, las persianas bajas de Garbarino, nos afectan como ciudad. Son empresas que no encuentran rentabilidad y deciden irse de la región, pero cuando se van dejan a muchos empleados sin su fuente de trabajo”, afirmó Elías Soso, presidente honorario de CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa). Y luego destacó “A Rosario, como área metropolitana, debemos darle un empujón de otra manera. Por la pandemia, perdimos trenes que venían, ómnibus de larga distancia. Ahora la clase media y media baja, ya no está en condiciones de consumir productos y servicios. Hay que volver a traer los trenes que pasaban por la ciudad”.
Al mismo tiempo, Soso, quien durante muchos años lideró la Asociación Empresaria local, explicó que “Mucha gente se trasladó a zonas periféricas como Funes o Roldán, eso también influyó en que cayera Rosario, como centro comercial de ventas. Además, el tema de la inseguridad estigmatizó de algún modo a la ciudad”.
En clara referencia al posible destino de la tienda de capitales chilenos, de Sarmiento y Córdoba, subrayó “El edificio de Falabella es propiedad de una familia, creo que se debe hacer una sociedad anónima para el pago de alquileres, si es que van a destinar cada local a un rubro diferente”.
En tanto, en la continuidad de nuestro noticiero del mediodía, el móvil de LT8 recorrió uno de los centros comerciales de zona norte. Allí recogió el testimonio de una empleada: “Con las restricciones, hay pocos locales abiertos en el shopping de calle Nansen. No puede funcionar el patio de comidas ni abrir el gimnasio. De 140 locales, 60 están cerrados. Solamente el fin de semana se ve un poco más de movimiento”, dijo Marcela, sin ocultar su preocupación por la permanencia de los puestos de trabajo en locales donde no se registran ventas.
Fuente Entrevistas de LT8
A.D.
——