Desde la agrupación Padres por la Educación expresan su inconformidad ante una nueva suspensión de clases presenciales.
La posibilidad de que el gobernador santafesino determine, como una de las contramedidas para morigerar el efecto adverso de la circulación de personas que contribuye al aumento de contagios, la suspensión de clases presenciales está muy latente. La decisión se tomaría entre hoy y mañana.
Atento a esto, Pablo Mariani, de la agrupación Padres por la Educación, definió: “Nos toca un papel muy odioso, a los ojos de muchos. Hay una situación evidente de aumento de casos y uno ve en la calle conductas como si se hubiera vuelto a la normalidad; en los parques, en las fiestas clandestinas, etc. Pero si el orden de prioridades fuera el correcto, la educación sería lo primero en abrir y lo último en cerrar”.
En un contexto donde hay consenso acerca de que el incoveniente está puertas afuera, en el ingreso a las escuelas, porque puertas adentro se siguen protocolos adecuados y los docentes están casi todos vacunados. Mariani afirmó: “Seguimos sosteniendo nuestro principio. Si cerramos las escuelas y las actividades deportivas, lo que queda es incontrolable. Encontramos una grieta donde hay una situación ideológica en los que piden el cierre de escuelas. No hago juicio de valor sobre si con las clases presenciales va a haber o no mayor contagio; la situación epidemiológica debe sostenerse desde los responsables de salud”.
Pablo echó mano a imágenes que a esta altura son emblemáticas: la de los chicos japoneses estudiando en Hiroshima tras la caída de la primera bomba atómica o la de las escuelas funcionando dentro de los ghettos dnde el nazismo confinó a la nación judía durante la Segunda Guerra Mundial. “Ese escenario es el de los países que admiramos, que son de primer nivel no por azar, Desde que se creó la Ley de Educación Federal se ha ido desmantelando el sistema educativo. Creo en las autoridades de salud, pero los sindicatos de docentes actúan como epidemiólogos”.
“Seguimos levantando la bandera de sostener todas las actividades a partir de la educación”, ratificó, “pero parece que nuestra opinión importa poco. Claro que acataremos lo que se defina, pero esto (suspensión de clases) empuja a todos: a los que pueden y a los que no, hacia fuera de la educación”.