Un estudio de la Universidad de Brimingham arrojó que los anticuerpos contra el Sars-CoV-2 eran tres veces y media más altos en aquellas personas que recibieron el segundo componente de la vacuna, unos tres meses después de la primera inyección.
Retrasar la aplicación de la segunda dosis de la vacuna contra el coronavirus podría aumentar su efectividad, contrario a lo que se pensaba inicialmente. El nivel de anticuerpos aumenta en aquellos que reciben la inyección unos tres meses después de la primera, según reveló un estudio dirigido por la Universidad de Birmingham en colaboración con la Agencia de Salud Pública inglesa (Public Health England). ¿Cómo funciona esto?
La investigación encontró que los anticuerpos contra el Sars-CoV-2 eran tres veces y media más altos en aquellas personas que recibieron la segunda dosis de una vacuna Covid después de 11 a 12 semanas en comparación con los que la recibieron tras un intervalo 3 semanas. Por ahora, sólo se hizo el estudio con la vacuna de Pfizer.
La científica Helen Parry, autora principal del estudio publicado en la revista Nature, afirmó: “Hemos demostrado que las respuestas máximas de anticuerpos después de la segunda vacunación de Pfizer aumentan considerablemente en las personas mayores cuando se retrasa de 11 a 12 semanas. Vemos una marcada diferencia entre estos dos programas en términos de respuestas de anticuerpos”.
Retrasar la segunda dosis, ¿sí o no?
Frente a un suministro limitado de vacunas, el Reino Unido se embarcó en un experimento de salud pública a fines de 2020 para retrasar las segundas dosis de vacunas Covid-19 en un intento por maximizar el número de personas que estarían al menos parcialmente protegidas de la hospitalización y muerte gracias al nivel de inmunidad que otorga la primera dosis.
La medida británica fue controvertida porque los reguladores de medicamentos aprobaron las vacunas Pfizer / BioNTech y Oxford / AstraZeneca sobre la base de ensayos clínicos que espaciaron las dosis en solo tres o cuatro semanas.
En Argentina, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, extendió el plazo máximo recomendado a tres meses para recibir la segunda inyección contra el Covid, al sostener que en ese período sigue siendo efectiva, lo cual se complementa con los hallazgos de la nueva investigación.
Investigadores de la Universidad de Oxford demostraron en febrero que las respuestas de anticuerpos eran más del doble de fuertes cuando los refuerzos de su vacuna se demoraban 12 semanas.
El último estudio, publicado, es el primero en comparar las respuestas inmunes después de intervalos diferentes entre las dosis de la vacuna Pfizer/BioNTech.
Es el primer estudio directo de cómo la demora para la segunda dosis afecta los niveles de anticuerpos del coronavirus. Podría informar las decisiones de programación de vacunas en otros países, dicen los autores, como ya sucedió en Argentina.
“Este estudio respalda aún más un creciente cuerpo de evidencia de que el enfoque adoptado en el Reino Unido para retrasar la segunda dosis realmente dio sus frutos”, dijo Gayatri Amirthalingam, epidemiólogo de la Agencia de Salud Pública inglesa en Londres y coautor del borrador, durante una rueda de prensa.
Por qué las vacunas contra el Covid tienen dos dosis
Muchas vacunas Covid-19 se administran en dos dosis: la primera inicia una respuesta inmunitaria y la segunda aplicación de ‘refuerzo’ la fortalece.
Pero para algunas vacunas existentes, retrasar las inyecciones de refuerzo también podría expandir la inmunidad parcial entre una mayor franja de la población que el programa de dosificación más corto.
El proceso de investigación
El 30 de diciembre, el Reino Unido anunció que retrasaría la segunda dosis hasta 12 semanas después de la primera. Para determinar si el retraso valió la pena, Amirthalingam y sus colegas estudiaron a 175 receptores de la vacuna mayores de 80 años que recibieron su segunda dosis de la vacuna Pfizer, ya sea 3 semanas u 11-12 semanas después de la primera dosis.
El equipo midió los niveles de anticuerpos de los receptores contra la proteína pico SARS-CoV-2 y evaluó cómo las células inmunes llamadas células T, que pueden ayudar a mantener los niveles de anticuerpos con el tiempo, respondieron a la vacunación.
Los niveles máximos de anticuerpos fueron 3,5 veces más altos en las personas que esperaron 12 semanas para recibir la vacuna de refuerzo que en las personas que esperaron solo 3 semanas.
La respuesta máxima de las células T fue menor en aquellos con el intervalo extendido. Pero esto no provocó que los niveles de anticuerpos descendieran más rápidamente durante las nueve semanas posteriores a la vacuna de refuerzo.
Los resultados son tranquilizadores pero son específicos de la vacuna Pfizer, que no está disponible en muchos países de ingresos bajos a medianos, dice Alejandro Cravioto, presidente del Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización de la Organización Mundial de la Salud.
Los países, dijo, deberán considerar si las variantes que están circulando en su región particular podrían aumentar el riesgo de infección después de una sola dosis de vacuna.
Fuente Diario Bae Negocios
A.D.