Así describió la gravedad de la situación epidemiológica el doctor Arnaldo Dubin, quien integra la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva. “Dos de cada tres personas que ingresan a terapia, mueren”.
Se aguarda la publicación en boletín oficial del gobierno nacional de las medidas que promoverán esta sueste de confinamiento, cual regreso a fase 1 de la pandemia, a partir de la hora 0 del sábado y hasta el último minuto del 30 mayo.
El doctor Arnaldo Dubin, miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, entregó un panorama altamente preocupante de la situación de estrés del sistema de salud: “La terapia intensiva, en las grandes urbes y en el conurbano, lleva semanas de colapso”, entendiendo esta palabra como “el desborde del sistema por insuficientes recursos físicos, tecnológicos y humanos, para atender las demandas de la pandemia. Su resultado inmediato es este aumento abrupto de la mortalidad”.
Como sustento de su crítica aseveración, el médico intensivista ofreció datos que corresponden al Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires: “Dos de cada tres personas que ingresan a terapia mueren. y durante la segunda ola, 15 embarazadas fallecieron. Estamos ventilando pacientes mecánicamente fuera de terapia; otros que deberían estar en terapia están en salas comunes. El personal está con una fatiga terminal que impacta en la atención y redunda en mayor mortalidad”.
Dubin, quien también es investigador y docente en la Universidad Nacional de La Plata, saludó las medidas anunciadas anoche por Alberto Fernández: “Hacía semanas que reclamábamos esas medias y creo debieron ser tomadas antes, pero hubo una feroz resistencia, con funcionarios opositores al gobierno nacional que hablaron de estado de sitio y que judicializaron en vano alguna situación. Hubo que llegar a un extremo para poder imponer esto”.
En otras artes del continente se han visto a pacientes no llegaban a ser atendidos en establecimientos de salud y a víctimas en las calles. Dubin fue tajante ante la posibilidad de que eso pueda llegar a observarse en nuestro país: “Por supuesto que se puede dar aquí. Les aseguro que hay situaciones patéticas, indescriptibles, en terapia. Vemos morir a jóvenes que no tenían enfermedades previas. La única forma de evitarlo es con medidas muy estrictas, de las cuales tenemos que ser muy respetuosos, cada uno con su responsabilidad. Y el Estado, cada gobernante, debe cumplirlas y ejercer los controles necesarios”.