La fotógrafa del diario “La Capital”, Virginia Benedetto sufrió la desagradable circunstancia de parte de Darío Contreras, militante neonazi que ya cuenta con varios antecedentes similares y que sorprendió por el nivel de violencia verbal con que castigó a la trabajadora.
Las derivaciones de la reunión de ayer en el Monumento a la Bandera, promovida por Médicos Por La Verdad, excede el hecho de la actuación policial – que dejó 29 personas demoradas – y del camino legal que se transitará a partir de las violaciones al código de penas.
La trabajadora del Diario La Capital de Rosario Virginia Benedetto se vio obligada a padecer un acto de severa violencia verbal de parte del conocido militante de derecha Darío Contreras, quien la sometió así a una flagrante intimidación.
“Alguien me dijo que yo no podía tomar fotos, a lo que respondí que sí porque estaba trabajando”, inició su relato Virginia. “cuando apareció este militante de Bandera Vecinal, agrupación filonazi ligada a (el excandidato presidencial del Frente Patriota, Alejandro) Biondini y comenzó a agredirme de palabra, amenazándome con que quedaré sin trabajo y tildándome de ‘antipatriota’ por lo que yo estaba haciendo”.
Como agregado, Contreras cuenta con un físico imponente, lo cual aumentaba la incomodidad del momento sufrido por Virginia, quien también contó que “luego, otras personas se sumaron a Contreras, quien al acercarse tanto sin tener barbijo, ya estaba agrediendo. Además, toda la prensa tuvo que trabajar perseguida, bajo insultos y teniendo que dar cuenta todo el tiempo de lo que estaba haciendo. Todo, en medio de discursos de mucho odio”.

La trabajadora del Decano de la prensa se mantuvo, pese al temor, firme en su lugar y en el desarrollo de su labor. “Podría haber sido peor, pero yo contaba con el apoyo de compañeras y compañeras que estaban allí; por eso no me sentí desprotegida, Yo sabía que ellos estaban ahí registrando el momento y eso era, de algún modo, un marco de contención”.
“En un contexto de crisis del sistema de salud por la pandemia, con todas las camas críticas ocupadas, que estas personas se manifestaran sin ningún tipo de cuidado fue muy peligroso”, resumió Virginia.