La ley es conocida como “ley anti Saín”, en referencia a que tuvo origen en el hecho de tras renunciar como ministro de Seguridad, Saín regresó al Ministerio Público de la Acusación, lo cual lo habilitaba, de facto a investigar su propia gestión. El diputado socialista Joaquín Blanco se manifestó sonbre el tema.
La Legislatura resolvió ayer sobre las llamadas leyes “Anti Saín”, cerrando así un capítulo que duró sies meses, desde que en noviembre del año pasado se sancionaran dos leyes.
El diputado del Partido Socalista Joaquín Blanco hizo un repaso de ello para comunicar lo decidido: “Las leyes referían a la independencia del Poder Judicial, para evitar que ciudadanos sean integrantes tanto del Poder Ejecutivo como del judicial, y a la transparencia de los gastos reservados de la policía, tomando en este caso como referencia la normativa nacional. Ambas leyes se aprobaron con fuerte mayoría en Diputados y en Senadores, pero el gobernador las rechazó de plano emitiendo veto”.
“De tal modo, los proyectos volvieron a la legislatura, donde hubo que esperar hasta mayo para tratarla, ya que Perotti no las incorporó, en su momento, al temario incluido en las sesiones extraordinarias”, narró, y luego pasó en limpio: “Rechazamos el veto y quedó firme la ley de incompatibilidades, lo cual tiene dos lecturas: que es una buena ley, ya que sumó mayoría en ambas cámaras, y que se podía haber evitado porque no es una victoria política rechazar un veto del gobernador, ya que representa no acompañarlo en una decisión”.
Puntualizando sobre la que denominó Ley de Incompatibilidades, explicó: “Lo de Saín representó una anomalía institucional sin precedentes, porque pasó de integrar el MPA (Ministerio Público de la Acusación) a ser ministro de Seguridad (con perfil político) y, otra vez, al MPA en un rol de investigador muy importante. Es evidente la incompatibilidad, porque nadie puede estar en la posición de investigarse a uno mismo. La ley cubre un vacío que existía”.
En cuanto a la ley de gastos reservados del Ministerio de Seguridad, dijo: “No logramos las mismas mayorías, aunque sí fueron importantes, pero el justicialismo y el PRO no acompañaron y no pudimos, entonces, manifestarnos sobre la cuestión de fondo: rechazar o no el veto del gobernador, que va a quedar firme y, así, no se podrá tener una buena ley de gastos reservados”.
Blanco ponderó las potestades que el parlamento le confirió, también por ley, al Ejecutivo para comprar vacunas: “Era necesaria para poder comprarlas en moneda extranjera, porque para ello se necesita de la autorización de la legislatura. Es una herramienta más para el gobierno y una estrategia a largo plazo, porque es necesario ir pensando no sólo en la urgencia de hoy, sino también, en el grado de respuesta de prevención sanitaria que daremos en adelante, donde la provincia tendrá´que jugar un rol importante, sin depender solamente de las posibilidades del gobierno nacional”.
Antes de concluir, Blanco ratificó que el Partido Socialista seguirá integrando el Frente Progresista y que el mismo volverá a competir electoralmente: “por la situación imperante será una elección muy complicada para todos los partidos, y el socialismo atraviesa un proceso particular por la muerte de Lifschitz. En nuestro próximo congreso, del que participarán de forma virtual más de 500 congresales, vamos a mocionar que el partido forme parte del Frente en las próximas elecciones. Dialogaremos con todos los partidos, lo que nunca fue sencillo pero siempre llegamos a un acuerdo y esta vez no será la excepción”.