Medio centenar de dueños de bares, restaurantes y cervecerías agrupados en la Unión Gastronómica de Rosario (UGAR) propusieron exponer la situación dramática del sector con jornadas solidarias frente a la sede de la Gobernación. Por calle Moreno desplegaron gazebos y cocinas para preparar raciones y donarlas. Reclaman al Ejecutivo Provincial “por más y mejor asistencia económica frente a la ‘crisis terminal’ que sufre el sector”, dice el comunicado de los gastronómicos. Y continúa: “El reclamo, organizado por más de 50 comerciantes gastronómicos que permanecerán de forma continua, respetará protocolos vigentes, además de normas sanitarias sobre seguridad alimentaria. “Los cierres intermitentes atentan fuertemente contra la actividad comercial más golpeada por la pandemia”, reza parte del comunicado que enviaron a los medios de prensa.
“Hace varias semanas venimos trabajando en pedir al Gobierno una asistencia que nunca llega. Ya hace 14 meses que comenzó la pandemia, nunca se han acordado de nosostros. Siempre nos han cerrado, y siempre hemos acatado porque entendemos que la situación sanitaria es agobiante”, relata Agustín, uno de los empresarios rosarinos agrupados en UGAR.
El cuadro de situación del sector gastronómico es grave al igual que el resto de la economía. La síntesis en números: “Hemos perdido 112 bares en la ciudad de Rosario, 4500 empleos en todo el sur provincial. Representa el 40% del total”, describe molesto Agustín en el programa Una Tarde Perfecta.
“Hasta a los policías les da vergüenza detenernos por averiguación de antecedentes”, le confió uno de los detenidos a La Capital mientras se encontraba demorado en la seccional 2ª de policía, donde también tuvo que quedar “fichado” con las huellas digitales por violar las medidas previstas en el DNU de carácter nacional.
La orden de detención y el secuestro de elementos que llevaban los gastronómicos para montar su protesta fue dispuesta por el fiscal de Flagrancia, José Luis Caterina.
“Decidimos montar un bar, como los nuestros. Con todas las medidas. La gente llega y le ponen alcohol en gel, sanitización, baños químicos. Y con la ventaja que estábamos en la calle, al aire libre. O sea, que no había posibilidad que se propague el virus como dijo la Fiscalía. Hasta que llegó una orden firmada por el fiscal Caterina para desalojar la calle”, relató Agustín. Destacó el buen trato del jefe de la comisaría, aunque le explicó que estaban infringiendo dos DNU, y por eso el desalojo. Hasta que en un momento llega un llamado con el pedido de detener a dos empresarios gastronómicos, y la persona responsable del trailer para cocinar.
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Fuentes: LT8 + La Capital txt y fotos de Virginia Benedetto + video de twitter e IG.