La crisis provocada por la pandemia del Covid19 sigue filtrándose en cada rubro de la economía de todos los países del mundo. La paralización del movimiento hizo que los comercios con locales se vean automáticamente afectados. Se acentuó la venta electrónica y fue una alternativa inmediata, de muy fácil implementación que permitió sostener una dinámica de intercambio comercial. Ésta solución tecnológica no significó garantía de mayores ventas, todo lo contrario. Evidentemente, la compra electrónica no reemplazó las ventas, y mucho menos las acrecentó.
El sector de la indumentaria “está en plena crisis, con el agravante que veníamos con un problema tremendo después de los cuatro años de Macri que destruyó el 80% de la industria de la indumentaria. Cuando pensábamos que ese periodo se terminaba y comenzábamos a reponernos vino la pandemia y se profundizó la crisis”, describió Mario Gianbatistelli, presidente de la Cámara de la Industria de la Indumentaria de Rosario.
Para entender el todo, hay que dividir por partes de producción, son tres segmentos muy claros con dinámicas particulares, dijo Gianbatistelli, y explicó que: “Los textiles, o sea los fabricantes de telas, en ese caso ha habido una buena evolución porque veníamos de comprar importando y al haber sustitución de importaciones notaron un notable crecimiento en su tarea y su trabajo. Pero también se produjeron aumentos desmedidos por escasez de telas, y la falta de materias primas. Nos encontramos con que al bajarse un 67.9% la importación textil, obligó que todo vuelva a ponerse en marcha nuevamente y originó que la materia prima escasea y provocó aumentos”.
Otro aspecto a tener en cuenta son los comercios de venta minoristas. “Aquí es donde se nota la crisis, la falta de poder adquisitivo, que es muy notable. Lo cual hubo un descenso en ventas muy grande, del 84% desde el año pasado. En febrero la ropa aumentó un 61.2% producto del aumento de avíos y materias primas”, reveló Gianbatistelli.
El otro punto a saber es que los avíos y los hilos tuvieron aumentos del 300%. El aumento de los insumos encarece las prendas. Por el aumento de las prendas en un momento de recesión y falta de consumo llevó a que en la provincia de Santa Fe cerraron 1600 locales”, dijo Giabatistelli.
El referente de los empresarios de la Industria Textil rosarina destacó que “fueron tan malos los número que teníamos en los últimos cuatro años del Gobierno anterior que ambas industrias crecieron”, destacó.
Dato clave, sabías qué: “Siempre tuvimos una informalidad estructural del 40% que pasó a ser hoy arriba del 70%. O sea, todo lo que sea micro está trabajando y se está movilizando pero es normalmente economía informal”, reconoció Gianbatistelli.
“Le estamos pidiendo al Estado volver al Ahora 12, Ahora 18, si se puede volver con los ATP. La asistencia no es suficiente. Es decir, si antes estábamos en una factura de producción del 50%, luego llegamos al 70% de la capacidad, siendo que ahora caímos al 40% del total”, reveló.