En diálogo con Modo Sábado, Martín Lucero, Secretario General SADOP Rosario, comentó la problemática generada en un colegio privado de la zona de Fisherton que es gerenciado por la entidad católica Opus Dei y que, mas allá de las restricciones y de los protocolos sanitarios vigentes, convocaron desde la institución educativa a clases principales, lo que generó polémica y rechazo desde el gremio que nuclea a los docentes y trabajadores de la educación privada.
“Me parece que estamos en una sociedad muy individualista, y la pandemia ha hecho aflorar las mejores cosas y las peores cosas de la sociedad. Las mejores son el personal de salud, gente de solidaridad de parte de vecinos que llevaba comida a personas que estaban aisladas, entonces, me parece que hay un montón de cosas buenas, y evidentemente también hay un montón de situaciones en las cuales uno se pone a pensar realmente adonde llegaríamos si todos actuáramos de manera tan individualista y tan egoísta. No solo me refiero a la cuestión de esta gente que se ha movilizado y ha hecho planteos por el tema de clases , que es un derecho que tienen y está muy bien que lo hagan digamos pero no que se movilicen, es una cosa que está prohibida, pero también nos lleva a otros aspectos, que me parece que son complicados de abordar.” afirmó Lucero.
Y amplió: “La falta de responsabilidad colectiva e individual, es una falta de solidaridad, para con la gente que está enferma, para con el personal de salud.”
Sobre el polémico episodio ocurrido en el Colegio Los Arroyos, entidad privada cuyo manejo y funcionamiento son parte de la institución católica “Opus Dei”, Lucero dijo: “Lo que sucedió fue lo siguiente: había una disposición, desde el Ministerio de Educación, que siempre se sostuvieron, que mantenían que las clases son a distancia, no presenciales, y hay un mecanismo en el cual existía el retiro de materiales. Recuerden que el año pasado la cuarentena era mucho mas estricta, no se podía salir y entonces se había establecido un sistema en el cual algunos colegios, muchos de ellos de sectores muy postergados, permitía el retiro de materiales cuando la gente iba a retirar el bolsón de comida. Aplicando esa vieja reglamentación que quedó permanente porque si bien después los colegios ya abrieron, cuando no hay presencialidad es mas sencillo ir a llevar los materiales y traerlos en lugares donde no hay conectividad. Y dijeron, vengan a retirar el material y daban clases presenciales, en el colegio mas rico de Rosario, o uno de los mas ricos de Rosario, utilizando las herramientas que se pensaron para los sectores mas postergados de Rosario. Eso es lo que da bronca y eso es lo que genera rechazo, porque uno puede estar a favor o en contra de la presencialidad en determinados momentos, a favor de la presencialidad estamos todos. Ahora que hagan trampa, usen la herramienta de los sectores mas postergados, para que exista una presencialidad “vip”, eso es terrible. Es un pésimo mensaje para la sociedad, para los alumnos, porque los están ayudando a hacer trampa, se les está enseñando a hacer trampa”
Y concluyó: “No es algo menor, porque me parece que es algo deliberado, también es una muestra de poder, porque es la primera escuela que lo hace, y tenemos sobradas muestras en las cuales el Opus Dei como empleador, no como confección religiosa, no es la primera vez que tiene este tipo de actitudes, que se hacen poner por encima de la norma o por encima de las reglas que les caben a todos los otros”