El guionista y director de teatro y televisión participará de la inauguración del espacio “Hacemos Santa Fe” de Rosario.
En diálogo con “El primero de la mañana” Pedro Saborido, reconocido director de cine y teatro, además de productor y guionista del exitoso programa que ideó junto a Diego Capusotto, ‘Peter Capusotto y sus videos’, estará dando en el día de hoy a las 18 horas, el espacio ‘Hacemos Santa Fe’ estará inaugurando su delegación en Rosario y participará de manera virtual, junto al Senador nacional Roberto Mirabella y Ornella Grossi.
Además de mencionar lo que será el encuentro de hoy por la tarde, Saborido repasó y develó detalles de la creación de algunos de los personajes más exitosos del programa de televisión que cuenta con diez temporadas.
“Los personajes siempre van decorándose con algo, pero están hecho con materiales existentes, exagerados, intensificados y metabolizados. Micky Vainilla surgió de una recepcionista que trabajaba en uno de los lugares donde editábamos, no salió de un cheto, después fuimos armando el programa y lo hicimos cheto, pero surgió de una piba que un día nos comentó que se tomaba diez colectivos para volver a la casa en vez del tren, porque en el tren había negros. Es una especie de ese racista de cabotaje que uno de pronto suele escuchar”.
“Juan Strasnoy surgió cuando uno de los chicos más jóvenes de la producción dijo un día ‘voy a pegar una fresca a la esquina’ y el editor Maxi le dijo, ‘hablá bien cachivache, ¿que es eso?’ y ahí fue apareciendo esa indignación que suele aparece frente a las tribus y sobre todo frente a los jóvenes, y estas peleas por la forma en la que hablamos, ahora también por el lenguaje inclusivo, si se puede o no se puede; cada uno habla como quiere, es más, en nuestro habla está incorporada terminología nacida en las cárceles y nadie las cuestiona por eso; de hecho el rosarigasino tiene origen carcelario y después se volvió algo de orgullo”.
Saborido publicó recientemente el libro “Una historia del conurbano” en donde da su visión de lo que pasa del otro lado de la General Paz, con su particular estilo y humor, y estará refiriéndose a esto en la charla del día de hoy.
“Vamos a estar hablando de mi último libro, ‘Una historia del conurbano’ y a partir de ahí relacionarlo con los conurbanos en los que vivimos, en Rosario, Santa fe o en la Argentina nos vemos a nosotros mismos como un conurbano del mundo, aunque la palabra conurbano nos remite al bonaerense y en realidad es un genérico de formación urbana. Se le da una carga peyorativa a la palabra conurbano, tiene tantos matices culturales, económicos, sociales, arquitectónicos como lo tiene una gran ciudad, quizás en otra proporción porque es aquel tramo que queda, sin hablar de forma peyorativa, entre la civilización y la barbarie, entre el cemento y la tierra, está siempre ahí haciendo un cinturón alrededor de ese centro de poder político y sobre todo económico”.
Las diferencias sociales, económicas y culturales que hay entre las grandes ciudades y los conurbanos que existen en cada provincia, y la centralización de todo en estas urbes, es algo que también desmenuza el socio artístico de Capusotto en esta aventura literaria “Estar mirando siempre para el mismo lado a una centralidad que no es la tuya, eso forma parte también de ser conurbano, por suerte la radio y muchos medios logran tener centralidades culturales en cada ciudad, y eso seguramente le debe pasar con respecto a Rosario y Santa Fe, a quienes viven en ciudades más chicas o pueblos de la provincia, que siempre saben lo que pasa en las grandes ciudades y no se enteran lo que pasa en su pueblo. De este juego de centralidad también habla el libro, y porqué un tipo que vive en Rosario se tiene que enterar si hay un bache en Avenida Corrientes y Callao”.
Las situaciones cotidianas que se viven en los barrios o pequeños pueblos, que marcan también costumbres y cultura de parte de la población son ejemplificadas a la perfección por Saborido.
“Es un lugar donde las leyes, los modos, pero también las formas y los modales, aflojan un poco, se permiten cosas que en el centro no y en otros barrios de las urbes no, porque hay una conciencia más clara de lo que corresponde y lo que no según los modales. En el conurbano en determinado momento gana el deseo y la necesidad, y entonces generalmente alguien hace algo donde no corresponde, en la vía pública, y una familia al no poder irse de vacaciones, a la playa, y tienen ganas que los pibes puedan meterse en el agua y tampoco tienen lugar en la casa para poner la pelopincho, entonces la ponen en la vereda”.
“Esto suele pasar también con los asados, en donde en determinado momento las casas se prolongan en la vereda, esto pasa más en los barrios del conurbano y en los pueblos, en donde el tipo sale en pijama a la calle. Una cosa es ir hasta el Cairo o al Savoy a tomar un café y otra es ir hasta el almacén o al kiosco de la esquina que vas en ojotas, no digo desnudo o en sunga que ya será un atentado estético; pero si vas en jogging y camiseta, te tirás algo encima”.