Para el abogado penalista Gabriel Navas, se trata de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
“Tecnicamente, estamos en presencia de un homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, sintetizó el letrado en diálogo con LT8. “Todos pudimos ver el video donde esta persona, el jubilado, después de poner en fuga a todos los delincuentes, sigue persiguiendo al último, que tiene disparo en el tobillo que se lo dejó destrozado y un tiro en el pecho, y cae ensangrentado al borde de la vereda”. “Cuando este hombre está totalmente indefenso, y no existía ningún peligro inminente y actual, el jubilado lo ejecuta en el suelo desde muy corta distancia, poniendo la pistola por debajo de la axila. Esto hace que no podamos hablar de legítima defensa”, explicó Navas.
“Si el jubilado se hubiera quedado en su casa, los pone en fuga y les pega los dos primeros disparos, podríamos hablar de legítima defensa privilegiada. Pero al haberlos perseguido y ejecutado en el piso, convierte la acción en un homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego”, ilustró el abogado.
Emoción violenta
Para Navas, al jubilado tampoco le cuadra esta figura. A partir de las entrevistas que luego dio, “es evidente que este hombre no estaba obnubilado, que es lo que uno necesita para estar en presencia de lo que técnicamente es la emoción violenta. Este hombre habló luego de lo que pensó, porque reaccionó, como lo hizo, porque lo hizo; no estaba obnubilado. Y en el video también se ve perfectamente que mira para todos lados e incluso tiene reacciones violentas para la persona que estaba en el suelo. Lo patea, le dice algo; y recién después lo ejecuta”. Por lo tanto, este hombre no estaba en una situación de emoción violenta.