Ayer, en Rosario se registró – 14 cm, que si bien está dentro de lo previsto para este mes, no deja de ser parte de un fenómeno de bajante extraordinario, el más grande de las últimas siete décadas. Aguas Santafesinas aseveró no hay riesgo de corte del servicio.
La bajante del nivel de agua de un gigante de la hidrografía mundial, nada menos que el río Paraná, se profundiza y ha alcanzado niveles extraordinarios, como la marca 0 centímetros en la ciudad de Santa Fe y, más aún, la de – 14 registrada ayer en Rosario; que tiene una perspectiva para las próximas 48 hs de -12. Una bajante como no se vio en los últimos setenta años.
Guillermo Lanfranco, gerente de Relaciones Públicas de Aguas Santafesinas, recordó que las marcas negativas mencionadas fueron las que se preveían para julio y trazó una hipótesis de lo que puede suceder en nuestra ciudad con el suministro: “En Rosario, entre las 8 grandes bombas y las suplementarias, tenemos un total de 21 y no hemos visto la necesidad de modificar el suministro habitual, aún cuando la baja del río será constante, cm a cm. Hasta septiembre no habrá lluvias en la gran cuenca del cono sur que integra a partes de Brasil y Argentina, a Bolivia y a Paraguay, y hasta que no llueva no se modificará la situación”.
“Notamos una estabilización de la demanda, que tiene que ver con las bajas temperaturas y con la prédica que hacemos junto al municipio y a los empleados de edificios de propiedad horizontal y de rentas. Así sumamos más actitudes solidarias, que no cambian la situación pero influyen en tener un servicio mas sostenible”, opinó.
Sobre la posibilidad de que existan dificultades a futuro, Lanfranco dijo: “La dificultad se presentará si llega el momento en que uno de nuestros grandes equipos no tenga el redimiento que tiene habitualmente; que tenga menor poder de captación, lo que se traducirá en una merma de presión, que no es regular, sino que es mayor cuanto más cerca de estaciones de bombeo se esté”.
“Es Imposible fraccionar o sectorizar el servicio como en otras ciudades del mundo”, afirmó el gerente. “Hay una planta principal que abastece a toda la ciudad y si cerramos un acueducto dejamos sin agua a media ciudad, y tampoco es posible hacer reserva de agua porque esa planta no tiene capacidad para almacenar”.
“El escenario eventual, hipotético, es la merma de presión de agua, pero no, la ausencia del servicio”.