La afirmación corrió por cuenta del economista Federico Fiscella, quien ofreció un analísis minucioso de la actualidad y el futuro cercano de la economía argentina después del récord de cotización que registróa yer el dólar blue.
Ayer, el dólar marginal, el blue, registró una cotización récord, al tocar el valor de 180 pesos. Con toda lógica, hubo conmoción en todo el plano económico; sobre todo, en la proyección para lo que queda del año.
Federico Fiscella, economista de la Universidad Nacional de Rosario, elaboró un análisis a partir de que “la cuestión de fondo es la inflación que se acumula y la suba del dólar aún tiene un atraso, más allá de que el año pasado dio un salto grande. Con la política del gobierno nacional, en el segundo semestre, de empezar a gastar un poco más, ciertos sectores dolarizan el excedente que tienen. El gobierno tiene intervenciones erráticas, dejando correr al dólar y media hora antes de que termine el movimiento diario. aparece el Banco Central para bajarlo pero no tanto. No quiere gastar reservas pero no logra contener el precio del dólar financiero y eso lleva a un segmento a volcarse al mercado informal”.
“Con un cepo sobre el dólar oficial, todo se vuelca al otro mercado, que es incontrolable para el gobierno. Con poca plata se mueven mucho los precios. Ahí está el inconveniente: el aumento de precios; a tal punto, que en el informe de julio, Indec seguramente publicará que se alcanzó el 29 por ciento de inflación que se proyectaba como la inflación anual”, estimó.
Para lo que queda del año, “preocupa que la inflación llegue al 50 por ciento. La gran pregunta es qué pasará antes, durante y después de las elecciones con el dólar; muchos especulan con eso, creyendo que se liberará y aparecerá un dólar a 180 ó 190 después de los comicios. El gobierno tiene reservas acumuladas por el aporte extraordinario de las grandes fortunas y las retenciones a la soja, pero eso no soporta una gran corrida cambiaria, que podría producirse si, después de las elecciones, algunos dirigentes ya no están abocados a promocionar que la política económica anda bien y relajan los controles”.
“Con estos salarios es muy difícil que la economía arranque”, aseveró Fiscella. “Podrán activarse las cláusulas gatillo pero será difícil que se reabran las negociaciones paritarias antes de fin de año. La actividad económica se está frenando: aunque la industria y la construcción tienen índices positivos, con respecto al mes anterior el crecimiento es poco, y si el consumo (salarios, actividad comercial, servicios) sigue dando negativo, si los salarios no le ganan a la inflación y si el dólar amenaza con seguir ‘hacia arriba’, el panorama no es bueno”.
“El gobierno tendrá que hacer algo con el cepo, pero ese ‘algo’ nunca es bajar sino consolidar el precio arriba, creo que cerca de 170 pesos (casi el equivalente del dólar oficial más impuestos) como el financiero”, apuntó. “La brecha entre el dólar oficial y los alternativos es muy nociva: el importador sobrefactura para poder acceder al dólar de 100 pesos; los exportadores dejan dólares en el exterior y los liquidan a cuentagotas por vías alternativas… El cepo es insostenible porque resiente toda la actividad (generación de dólares, exportación) y ahí se posa la incertidumbre del empresario. Está todo dado para que haya un movimiento hacia arriba de los dólares oficial y alternativos y para que la inflación, a fin de año, sea de entre 45 y 50 por ciento”.