El fiscal federal Federico Reynares Solari señaló en “Trascendental” que “El líder de una banda de narcotraficantes, Julio Rodríguez Granthon, de 28 años, conocido como el “Peruano”, fue condenado a doce años de prisión”. Además indicó que “Cometía los delitos mientras estaba privado de la libertad. El “Peruano” tenía el nivel de distribución de estupefacientes más alto de la ciudad de Rosario y su zona”.
Condenaron a 12 años de cárcel para un piloto comercial peruano ligado a Los Monos: “Rodríguez Granthon tenía sentencia por tráfico de estupefacientes. Los hechos por los que fue juzgado los comete mientras estaba privado de la libertad”, explicó en “Trascendental”, el fiscal federal Federico Reynares Solari.
Al mismo tiempo, remarcó que “El nivel de distribución de estupefacientes que ejercía Rodríguez Granthon era el más importante en la zona de Rosario”.
El Tribunal Oral Federal 3 condenó este jueves a gran parte de la banda del Julio Rodríguez Granthon, de 28 años, incluyendo a su proveedor: Rodolfo Héctor “Eric” Masini, de 41.
El “Peruano” recibió una condena de 12 años como organizador de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio agravado por la intervención de tres o más personas de forma organizada.
Masini, por su parte, fue penado con 11 años como coautor del mismo delito. Según las escuchas acumuladas en el expediente, este último era el proveedor del estupefaciente que la banda comercializaba. También fue condenado, a una pena de 8 años y 6 meses, Iván Gastón “Loro” Ramírez, la mano derecha del “Peruano” en la calle y quien recibía órdenes desde la cárcel.
Rodríguez Granthon es uno de los presos “de alto perfil” que sacaron del Servicio Penitenciario provincial tras la fuga del último domingo de junio pasado en el penal de Piñero.
Cabe destacar que el tribunal compuesto por los jueces Martín Gambarcorta, Osvaldo Facciano y Eugenio Martínez condenó como coautores del tráfico de estupefacientes en la modalidad comercio agravado por la participación de tres o más personas a Maximiliano Daniel Acosta, a 7 años de cárcel; María Cristina Manrresa, a 6 años y 6 meses; Ramón Larrea, a 6 años de prisión. En tanto, Claudio Manrresa fue sentenciado a 3 años de prisión efectiva y Sara Blanco, 2 años y 10 meses, cumplimiento condicional, como partícipes secundarios del negocio regenteado por Rodríguez Granthon.
El fiscal Federico Reynares Solari había pedido para el “Peruano” Rodríguez Granthon, 12 años de prisión; para Masini, 14; para “Loro” Ramírez, 10; para María Cristina Manrresa, 7; para Larrea, 6; para Acosta, 8; para Sara Blanco y Claudio Manrresa, 3 años y 1 mes.
Según un extracto de la elevación a juicio del expediente por parte de la fiscal federal Adriana Saccone, -que en la fase preliminar estuvo a cargo de la instrucción-, Rodríguez Granthon le “abonaría una especie de canon a la «Doña»”, quien sería “pareja del «Viejo» Cantero”, en referencia al fundador de la banda de Los Monos, y descripta como una “petisa gordita que tiene un tatuaje escrito con el nombre «Ariel» y anda llena de oro y alhajas” y que residiría en inmediaciones de Avellaneda y las vías, frente a un Fonavi. También mencionó al apodado “Chuky”, quien sería la persona encargada de “cobrar el dinero a los búnkers por el uso del territorio” para llevarle ese dinero a la apodada “Doña”.
Para noviembre de 2019, el Peruano estaba en lo alto de la pirámide del narcotráfico rosarino. Desde su calabozo en Piñero impartía órdenes para que sus socios distribuyeran cocaína en diversas zonas de Rosario y fue considerado jefe de esa banda al ser procesado por el juzgado federal a cargo de Marcelo Bailaque.
Entre el 4 y el 5 de noviembre de 2019 el grupo fue desbaratado por efectivos de la División Antidrogas Rosario de Policía Federal Argentina en un procedimiento denominado “Coronas blancas” que implicó la detención de siete personas, el secuestro de 15 kilos de cocaína, más de 5 millones de pesos y 110 mil dólares. La investigación la realizó la misma fuerza a solicitud de la fiscal federal Saccone y recibió la denominación de “Coronas blancas” porque la cocaína tenía una marca particular: los panes estaban individualizados con el sello de una corona, simbología atribuida a “la banda del peruano”.
La organización es considerada por la Justicia federal como una de las principales abastecedoras de cocaína de la región. Estimaron que la banda movía entre 12 y 14 kilos de cocaína de alta calidad por semana.
En largos pasajes del juicio el fiscal federal Federico Reynares Solari, quien llevó adelante la acusación en el debate oral, mencionó la conexión entre el Peruano y Ariel “Guille” Cantero. La causa se conoce como expediente Manrresa y alude a uno de los condenados, Claudio Manrresa, un licenciado en Seguridad e Higiene de 49 años imputado de ser parte de esta red y semblanteado como uno de los colaboradores de Eric Mansini, el proveedor de estupefacientes.
De los teléfonos smartphones secuestrados a Eric Masini, tanto en inmediaciones de Avellaneda y Montevideo como en la casa de la calle Castellanos al 900, surge una especie de muestra a escala del narcotráfico en Rosario en tiempo real. Llamadas donde se habla de la cotización del dólar al minuto y sobre transacciones de cantidades de mercancía. También hacían referencias a disputas territoriales violentas y zonas protegidas por determinados personajes.
Reynares resaltó en su alegato que en el smarpfhone de Masini hallaron un mensaje de texto enviado dos días después del crimen de Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval, ocurrido el viernes 25 de octubre de 2019 en una casona de La Florida, en el que un hombre NN pregunta a “Eric” si los puede contactar con “Gui” porque querían seguir en el negocio.
El Peruano cayó preso en el cruce de Fraga y José Ingenieros, en Empalme Graneros. Los federales estaban a la caza del máximo distribuidor de drogas en la zona norte y oeste de la ciudad. El distribuidor que abastecía entre otros a Gustavo “Toro” Martinotti, un ex barra brava de Rosario Central vendedor de drogas en el barrio 7 de Septiembre bajo la franquicia de Los Monos.
Por último, Rodríguez Granthon volvió a ser mencionado en abril de 2020 cuando se estableció que el plan para matar al pastor evangélico y ex concejal Eduardo Trasante había salido del pabellón 9 de Piñero en la zona de celdas donde el “Peruano” estaba recluído.
Fuente Entrevista de LT8 y Diario La Capital
A.D.
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