A la clausura de la sede de Houston, Beijing pide -a manera de represalia- que Washington cierre su consulado en la ciudad de Chengdu, tensionando aún más las relaciones entre ambos gigantes.
Este viernes, China eligió una opción medida dentro de las que tenía a disposición. Chengdu es para EEUU un consulado que tiene una importancia equivalente a la de Houston para Beijing. La misma está encargada de la región del Tíbet, en el suroeste de China.
El gobierno estadounidense, además de Beijing, también tiene sedes en Shanghai, Cantón, Wuhan (centro) y Shenyang (noreste) en el territorio continental chino.
Las condiciones dadas por el gobierno de Xi Jinping: 72 horas para cesar las actividades y un mes para que los diplomáticos se marchen.
En ese consulado, tras la evacuación generalizada por Covid-19, a principios de este año, quedan alrededor de quince empleados del total de 50 que siempre han trabajado allí. A los que se suman 150 trabajadores locales.
Beijing asegura que su respuesta “se ajusta a las normas básicas de las relaciones internacionales y las prácticas diplomáticas acostumbradas.” Y opina que la decisión de Washington es “una provocación unilateral.”
Pero, en un leve llamado a la cordura sin dejar de señalar al otro, agrega: “La situación actual de las relaciones chino-estadounidenses no se corresponde con los deseos de China, y Estados Unidos es totalmente responsable de ello.”
Mientras tanto, tal como se vio en el consulado de Houston, en Chengdu, la televisión china captaba imágenes del exterior del edificio donde se congregaban varios vehículos de la policía china y un camión de bomberos.