En el día de las y los vacunadores, una bioquímica y enfermera, María Ángela de la Riestra, relató en “Todos en la 8”, su experiencia de llevar vida cada vez que ella y sus colegas colocan una vacuna: “La gente es agradecida, cuando tuve las primeras vacunas en mis manos me emocioné, porque la vacuna evita formas graves de la enfermedad y significa una esperanza de vida”, señaló. En nuestra ciudad hay casi 500 personas afectadas a la campaña de vacunación, la mayoría son enfermeros y trabajan de lunes a lunes, en forma coordinada.
“Con esto de la pandemia, nuestro trabajo adquirió visibilidad. Soy enfermera hace tres años, cuando empezó la pandemia comenzamos a especializarnos. La experiencia de vacunar en los geriátricos fue conmovedora y muy fuerte, era impresionante, colocar la vacuna es llevar vida, la gente se emocionaba y yo también cuando tenía las vacunas en mis manos”, describió María Ángela de la Riestra, bioquímica de profesión y también enfermera.
Al mismo tiempo, explicó que “Hacemos jornadas de 6 o de 12 horas, desde la mañana temprano hasta las 20. Todos aportamos nuestro granito de arena para combatir a la pandemia, venimos contentos a trabajar. La gente es muy cariñosa y agradecida. Le sacamos fotos a las personas cuando vienen a vacunarse y nos piden retratar el momento de la vacunación”. Y luego agregó “La gente mayor es muy agradecida, son educados y puntuales, tienen un gran compromiso con cumplir con la fecha y el horario de aplicación de la vacuna”.
En tal sentido, la enfermera de la Riestra, remarcó que “A la gente que no quiere vacunarse, le decimos que la vacuna evita las formas graves de la enfermedad. Todos tenemos que comprometernos como sociedad para salir de la pandemia. Esta situación es especial y por lo tanto, requiere medidas especiales. Pedimos a la gente que se saquen todas las dudas, que consulten todo lo necesario al personal de salud”.
Cabe destacar que algunos de los enfermeros que vacunan en los efectores de salud, ya formaban parte del sistema municipal o provincial y por eso siguen cobrando su sueldo, pero también hay quienes se anotaron en forma voluntaria para luchar contra la pandemia.
La mayoría de los enfermeros recibe una retribución económica, que les permite cubrir los costos que implica llegar todos los días al centro de vacunación, inclusive los sábados y los domingos. Tienen un día libre por semana, pero para eso coordinan con el resto del equipo, de manera que el ritmo de la campaña de vacunación se mantenga en forma sostenida.
Fuente Entrevista de LT8 y Diario La Capital
A.D.
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