Tras el accidente de ayer, donde perdieron la vida una mujer y su bebé, el secretario de Seguridad Vial provincial, Osvaldo Aymo, habló de cuán difícil es detectar a quienes, al paso, provocan incendios que comprometen la circulación.
Ayer hubo un siniestro vial en la autopista Rosario-Santa Fe, por el cual perdieron la vida una mujer y su bebé. A la altura de San Lorenzo, en el kilómetro 15 de la autovía, las víctimas circulaban en sentido Sur-Norte y en una maniobra abrupta, el Volkswagen en el que viajaban cruzó al carril opuesto y chocó de frente con una camioneta Toyota, cuyo conductor sí salvó su vida.
En el lugar había presencia de focos ígneos producto de pastos en llamas, aunque hasta el momento, la fiscalía de la ciudad de San Lorenzo no considera que el humo producto de las llamas haya sido el disparador del accidente.
El secretario de Seguridad Vial de la provincia, Osvaldo Aymo, quien casualmente había pasado por el lugar menos de media hora antes de la colisión, aseguró que al momento de su paso “la visibilidad era impecable. Estos focos se generan en sectores muy parcializados donde, en un momento no se ve nada y, segundos después y por acción del viento, la visibilidad es normal”.
Aymo se mostró escéptico acerca de qué se puede hacer para desalentar a quienes provocan estos incendios. “Con una extensión de 167 kilómetros de la traza, es imposible hacer prevención. No hay forma de poner un bombero a cada metro”.
“Hay que ver cuál es la intencionalidad, porque hacerlo para renovar las pasturas es una locura, Cuando hay niebla, ésta abarca sectores grandes y uno puede cerrar la traza. En cambio, no podemos adelantarnos a estos hechos. Es muy difícil detectar a una persona que pasa y enciende fuego”, expresó, para luego confiar que son también motivos de alta preocupación “las cavas a cielo abierto que también se incendian” y “los muchos animales sueltos que aparecen permanentemente en el tramo entre Rosario y San Lorenzo. El concesionario, por obligación contractual, coloca el alambrado perimetral (para separar la autopista de los campos adyacentes), pero permanentemente alguien corta los alambres para que salgan los animales”.
“La Policía de seguridad vial tiene la responsabilidad de hacer las desviaciones una vez producido un hecho, para asegurar el tránsito. No puede dedicarse a otra tarea”, explicó el doctor Aymo. “Tratamos de ver cómo podemos investigar, porque las leyes vigentes son adecuadas; el tema es cómo alcanzar a los responsables”.