La medida impuesta hace tres meses por la Nación se prorrogaría hasta el 31 de octiubre. Reunión entre Perotti, la Mesa de Enlace del sector y la Sociedad Rural santafesina.
De manera extraoficial se supo que el gobierno nacional prorrogará las restricciones a la exportación de carnes. Así, sostendría una medida que generó, desde su implementación, rechazo desde el sector ganadero.
Hoy, la Sociedad Rural de Santa Fe recibirá al gobernador Perotti, a su ministro de Producción, Daniel Costamagna, y a la Mesa de Enlace del sector productivo, la cual – se dice – estaría por decidir un cese de comercialización. Ignacio Mántaras, ruralista, repitió que la oposición postulaba el diagnóstico de que “el argumento del gobierno de que bajaría el precio al consumidor no tendría resultados, porque los cortes exportables a Europa, Asia y América, no son del paladar del consumidor argentino”.
“Después de 90 días de esa medida, con sus etapas, el precio en mostrador no bajó y se sacrificó la cadena de la carne, que es una de las actividades más federales (mueve fletes, remates, ferias, frigoríficos), en procura de un objetivo no logrado”, reprochó, “y ahora se insiste en la medida hasta el 31 de octubre porque se pretende llegar a las elecciones generales con el precio ‘no desmadrado’, según palabras del presidente de la Nación”.
“En comercio exterior, la reputación perdida cuesta ser recuperada”, agregó. En tren de dar un ejemplo, eligió: “El israelí es un mercado muy selectivo que había decidido amplair su cupo para carne argentina y le dijimos que no le venderíamos. Estamos complicados”.
Al recordar que Perotti planteó su desacuerdo con el cepo, Mántaras dijo: “Tomó una posición inmediata que compartimos, pero luego nos fue muy difícil dialogar on él. Claramente, el problema con esta medida es que es una decisión política: el gobernador debe ponerse al frente de un problema que es política de Estado para Santa Fe. Por caso, el 45 por ciento de la exportaciones de carnes bovinas sale de las diez plantas frigoríficas que están en Santa Fe”.
“La medida fracasó y no tiene sentido continuar con ella”, aseveró. Los productores ya vendimos nuestras vacas de descarte a menor precio y vamos a producir menos terneros; los empleados de frigoríficos están cobrando el 70 por ciento de los sueldos… De 2006 a 2011 – cuando esta medida se implantó por primera vez – perdimos 6 millones de cabezas de ganado y hasta hoy no pudimos recuperar el stock. Estamos estancados en producción desde entonces y esto genera daños a largo plazo”.