Aseguran que el estado de la flota de ambulancias es crítica, con una operatividad reducida a la mitad por falta de renovación
Desde ayer, las ambulancias que dependen de Sies (Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias) están en alerta. Esto fue hecho visible anoche, con una protesta pública que hizo foco en el estado de 15 unidades, de las cuales sólo ocho están en condiciones de cumplir servicio. A tal punto es así, que muchos de los pedidos que recibe Sies (una composición de servicio entre Municipalidad y el gobierno provincial) deben derivarse al sector de la salud privada.
En esta circunstancia, los ambulancieros han decidido poner llamativos carteles en las unidades, que rezan sobre móviles rotos, camillas que no traban, necesidad de inversión y de administrar pobreza.
“Es penosa la situación” dijo Juan Solís, trabajador de ambulancia. “No se puede más; llegamos a un punto crítico y no se puede mirar hacia el costado. En marzo pudimos demostrar que las unidades no tenían verificaciones técnicas. Las inspecciones se hicieron, aunque no quedamos del todo conformes con la forma, y la plata prometida llegó – aunque nos sabemos si en tiempo y forma y en la cantidad anunciada -, pero igualmente los vehículos ya deben cambiarse. En marzo dimos de baja cuatro o cinco ambulancias porque tenían una antigüedad mayor a 10 años, que es el máximo permitido”.
“Ya no se puede emparchar más. Hoy hay que comprar móviles. El encargado de Logística me dijo ayer que en este estado de situación, dentro de dos meses no habrá más ambulancias” del sector público en Rosario.
Los trabajadores esperan poder reunirse hoy con responsables del municipio para tratar la compra de unidades nuevas.