Julieta murió por estrangulamiento. Además presentaba golpes en el rostro. Según los primeros peritajes, su cuerpo no presentaba signos físicos- evidencia- de haber sido violado.
Estos detalles de la autopsia fueron expresados por los fiscales Susana Pepino y Matías Merlo, en una conferencia de prensa que se llevó a cabo luego de realizarse la Audiencia Imputativa a Cristian Romero, en Melincué. Por orden de la jueza Silvina Marinucci, el acusado de asesinar y enterrar en el patio de su casa a Julieta del Pino, quedó en prisión preventiva.
Los fiscales le atribuyeron a Romero la autoría del delito de homicidio agravado por el vínculo en contexto de violencia de género. En tanto, los manifestantes, que acompañaron todo el tiempo, repudiaban el hecho y reclamaban justicia.
La autopsia fue realizada en el Instituto Médico Forense de Venado Tuerto. Los representantes del Ministerio Público Fiscal afirmaron que el estrangulamiento fue manual y no se puede establecer en esta primera instancia si los golpes de puño son previos o no al estrangulamiento.
La hipótesis de los fiscales es que el imputado la mató en su domicilio, arrastró el cuerpo hasta el fondo de la casa, lo ocultó en un pozo y después, le arrojó cal y tierra.
No se sabe si Cristian Romero estaba bajo el efecto de algún estupefaciente, y tampoco se sabe aún, si llevó a cabo el homicidio en solitario o tuvo ayuda de un cómplice. Lo cierto es que más allá de su coartada, es difícil engañar a perros entrenados. Fueron ellos los que encontraron el lugar donde Romero la había enterrado.
Por ahora, el imputado calla. “No declaró en ningún momento,” dijo Susana Pepino. Y agregó (cuando le preguntaron cuál era el estado emocional del homicida), “yo lo vi bien, normal.”