El secretario de Sadop Martín Lucero estableció así una de las prioridades que, entiende, debería fijar la cartera de Educación provincial, tras la publicación de las tres fechas diferentes para el fin del año escolar
A propósito del anuncio de que habrá tres fechas distintas para culminar el presente ciclo lectivo, y además de las voces del Ministerio de Educación provincial y de los docentes de establecimientos públicos, también se escucharon las de los docentes privados, nucleados en Sadop.
Martín Lucero, secretario general del gremio que nuclea a esos docentes, admitió que la determinación, de parte de Educación de la provincia le generó “sorpresa, porque lo que se anuncia es que el ciclo lectivo terminará como lo hace siempre: siempre depende de cada alumno. Si a uno le fue bien, temrinará el 3 de diciembre. Si le faltó un poco, lo hará el 17 de diciembre (lo que antes era ‘llevársela a diciembre´), y si le faltó mucho, terminará en febrero (como cuando uno ‘se la llevaba a marzo’)”.
“Cambiaron los nombres, solamente”, insistió. “Coincido con Amsafé en que habrá que revisar el concepto del ministerio (de Educación). La obligación de alcanzar determinada cantidad de presencias no tiene sentido: si un alumno alcanza el nivel de aprendizaje pretendido, ¿para qué hacerlo quedar más allá del 3 de diciembre?”.
“Lo que debe decidir el Ministerio, lo cual es muy trascendente, es cuándo terminan los últimos años de primaria y secundaria. Eso no queda claro”, puntualizó.
Se hace hincapié en que todo se supedita a la trayectoria de los estudiantes. “Las trayectorias de los estudiantes siempre deben analizarse en contexto; no pueden medirse todas con una misma regla objetiva. No todos los alumnos ni todas las escuelas ni todos los proyectos educativos son iguales”.
“La vuelta a la presencialidad es un tema que tenemos que abordar todos los días. Una problemática planteada por los docentes de secundarias es que les cuesta lograr que los alumnos vayan”.