El proyecto buscará concretarse hoy, en Diputados de la Nación, aunque Cambiemos no aportará al quórum. Explicaciones sobre la importancia de la ley.
Está previsto que hoy se trate en la Cámara de Diputados de la Nación el proyecto de Ley de Etiquetado Frontal de los productos alimenticios, la cual tiene media sanción del Senado. Ya se sabe que Juntos por el Cambio no se presentará a debatir, de modo que el oficialismo deberá extremarse para conseguir el quórum que habilite el tratamiento.
Esta ley proveerá información veraz acerca de qué se consume en cuanto a grasas saturadas y azúcares y, por eso, se considera muy importante, por factores como los que describió Ignacio Porrás, director ejecutivo de la Sociedad Argentina de Nutrición y Alimentos Reales (Sanar): “Esta ley viene a acercar varios derechos: a saber qué estamos comiendo, a estar advertidos sobre si corremos riesgo, a una alimentación adecuada y a la salud. Y no se entiende cómo legisladores que han sido parte del dictamen para sancionar esta ley no la defenderán”.
“Hace años que se trabaja por esta ley y que se le hace frente al fuertísimo lobby que hace la industria alimentaria, que” entre otras cosas “paga campañas políticas”, recordó Ignacio. “El consumo cambia cuando tenemos información, y la desinformación es un gran negocio para esa industria. El etiquetado es, de acuerdo a la evidencia, el método más eficaz para entender si un producto esconde algún riesgo. No toda la información está a nuestro alcance”. Por ejemplo, “no sabemos cuánta azúcar añadida tiene un producto, porque ese dato está englobado en ‘carbohidratos’. Y sólo el 13 por ciento de nuestra población lee y comprende el etiquetado”.
Siempre de acuerdo a la evidencia mencionada por Porrás, licenciado en Nutrición, el etiquetado “es lo más inclusivo porque es lo más entendido” de acuerdo a la formación de cada persona.
“El consumo de ultraprocesados es, por su exceso de nutrientes críticos, el que desarrolla enfermedades crónicas no transmisibles: diabetes tipo 2, cáncer, obesidad, cardiovasculares”, señaló. “686 personas por día” las adquieren “de acuerdo a la encuesta de factores de riesgo publicada en 2019, cuando en 2013 eran 640”.
“La gente no dejará de comprar; lo que hará será elegir, dentro de la gama que ofrece cada industria. Por eso, no hay riesgo de colapso económico para las empresas ni de perdidas de fuente de trabajo”, aclaró-
“Los programas de asistencia alimentaria y de fijación de precios suelen subvencionar a los productos de baja calidad nutricional; no frutas ni verduras, por ejemplo”, cuestionó Porrás. “Actualmente, el Estado, en todos su programas, no puede incluir productos que tengan al menos un sello. La ley reparará eso y le acercará a la población vulnerable alimentos, no comestibles”.