La variante del elemento – uno de los más abundantes en la superficie terrestre – puede usarse como combustible para autos y otros vehículos. La inversión es multimillonaria: 8400 millones de dólares.
Ayer, el presidente de la Nación anunció en Glasgow (Escocia) – en donde participa de la Cumbre de Líderes de la 26ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) – la llegada a la provincia de Río Negro de una inversión de 8400 millones de dólares, que se destinarán a la construcción de una planta de producción de hidrógeno verde.
El director saliente de Conicet Rosario, Florencio Podestá, dio explicaciones claras acerca de qué es el hidrógeno verde y de lo porvenir: “Es una forma del hidrógeno que se denomina así porque está producido con tecnologías sustentables; en este caso, energía eólica para generar la electricidad necesaria para reducir el empleo de hidrógeno”.
La elección de esa provincia para la instalación no fue arbitraria. “Río Negro cuenta con el insumo principal: el viento. Además, en Sierra Grande – donde se ubicará la planta – hay agua y está cerca de puertos, como para poder exportar, principal fin de la producción”.
“El hidrógeno verde puede usarse en células de combustible“, prosiguió, “que son básicamente como las pilas conocidas, sólo que éstas no se agotan porque tienen un suplemento continuo de hidrógeno y oxígeno, donde el intercambio controlado de electrones entre ambos elementos hace que se pueda emplear como combustible para autos y otros vehículos”.
“Inicialmente, se invertirán 1200 millones de dólares para la construcción de una planta piloto a escala, y desde allí se expandirán. No es barato en este momento; incluso hay tres autos en el mercado que son muy caros, pero es una tecnología en la que hay que avanzar porque en el futuro no habrá combustibles fósiles“.